Las naciones que integran el Mercosur decidieron suspender nuevamente la reunión, prevista para este martes, de los ministros de Exteriores en la que estaba previsto abordar una flexibilización del acuerdo comercial y los aranceles. El detonante del desencuentro fue la falta de consenso entre Argentina, Uruguay y Brasil sobre las medidas.
Argentina había convocado, a petición de Uruguay y en ejercicio de su presidencia pro tempore, una reunión presencial de los miembros del tratado para abordar la propuesta de Montevideo de una flexibilización del organismo, una iniciativa que cuenta con el apoyo de Brasil, pero a la que se opone el gobierno de la Casa Rosada.
Brasil, por su parte, propone una bajada del Arancel Externo Común (AEC), los dos puntos con los que chocan con Argentina, y que se perfilan clave para la continuidad del bloque regional.
Fuentes del Ministerio de Exteriores argentino han señalado una “ideologización” de la reunión, así como de los propios Gobiernos de Uruguay y Brasil, según reseñaron medios locales. Se espera que la reunión se aplace hasta la segunda mitad del año cuando Brasilia recoja el señuelo de la presidencia del organismo.
El bloque se enfrenta a fuertes tensiones, a 30 años de su creación, provocadas por los choques y diferencias que existen entre el Gobierno de izquierda de Argentina, que reclama un proteccionismo de la economía nacional, y las administraciones de Brasil y Uruguay, que abogan por acabar con las barreras comerciales para abrirse totalmente al comercio internacional.
Hubo otras reuniones
Ministros y autoridades de desarrollo social de los países del Mercosur mantuvieron este martes una reunión virtual en la que debatieron sobre una agenda de la pospandemia que apunte a la reconstrucción de la producción local, los puestos de trabajo y la asistencia social, informaron fuentes oficiales.
Según informó el Ministerio de Desarrollo Social de Argentina, país que ejerce la presidencia semestral del Mercosur, el titular de esa cartera, Daniel Arroyo, es necesario “construir nuevos paradigmas para la pospandemia”.
“Que nos permitan construir nuevas políticas públicas escala y modelos de intervención diferentes con los ejes puestos en el trabajo, el desarrollo social y la movilidad social ascendente”, agregó.
La Reunión de Ministros y Autoridades de Desarrollo Social del Mercosur (RMADS), que celebró su 36 edición, tiene por objetivo impulsar medidas de económicas y sociales para disminuir la vulnerabilidad de la población suramericana mediante estrategias conjuntas.
Arroyo valoró la asistencia estatal de acceso a los alimentos en Argentina mediante la llamada “Tarjeta Alimentar”, que “ha permitido sostener o mejorar la calidad nutricional y también mover el compre local”, afirmó ante los representantes de Brasil, Paraguay y Uruguay.
Sin embargo destacó la necesidad de convertir estos planes sociales en programas de trabajo y tomó como ejemplo el programa Potenciar Trabajo que busca promover la inclusión social mediante proyectos laborales.
Sumado a “la urbanización de barrios populares y las políticas de primera infancia y juventud, garantizan derechos al mismo tiempo que son un gran plan de empleo”, aseguró.
Por su parte, el viceministro de Desarrollo Social de Paraguay, Cayo Cáceres, insistió en mantener una “agenda especial en la zona fronteriza” y se mostró de acuerdo con los ejes planteados por Argentina.
“Comparto sus palabras sobre políticas masivas y la generación de trabajo, también la idea de que estamos en un punto de inflexión”, expresó.
A su turno, el ministro de Ciudadanía de Brasil, João Roma, dijo que “es fundamental trabajar y cooperar en el marco de esta pandemia” y aseguró que estarán “trabajando siempre en el fortalecimiento de estos lazos”.
En concordancia con el ministro argentino, el director nacional de Transferencia y Desarrollo de Datos del Ministerio de Desarrollo Social de Uruguay, Antonio Manzi, indicó que en su país se reforzó hasta un 50% la aplicación de planes sociales.
“Los desafíos son focalizar y diseñar incentivos para la formalización laboral, que puede ser con una contraprestación o el diseño de incentivos positivos”, aseveró Manzi.
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