La región Metropolitana de Santiago de Chile comenzó este sábado una nueva cuarentena total como medida de seguridad sanitaria ante el aumento de casos diarios de covid-19 pese a una exitosa campaña de vacunación masiva.
Es la tercera vez que las autoridades sanitarias decretan esta medida excepcional de confinamiento masivo desde que se detectó el primer caso de coronavirus en el país, el pasado 3 de marzo de 2020.
Las restricciones en la capital, que afectan a más de 7 millones de ciudadanos, contemplan la excepción para las personas inmunizadas que dispongan del pase de movilidad entregado por el gobierno para circular en el interior de su comuna (municipio) durante el día, ya que todavía rige el toque de queda nocturno impuesto al comienzo de la pandemia.
“Queremos llamar a la responsabilidad de cada persona para respetar las medidas sanitarias. Si se les pide que cumplan las medidas, háganlo”, rogó el ministro de Salud, Enrique Paris.
Todas las escuelas, los comercios no esenciales, la restauración estarán clausurados hasta nuevo aviso en los 52 municipios que integran la región, uno de los focos de la pandemia que ya estuvo en cuarentena total durante un mes el pasado abril y en 2020 durante ocho semanas.
La medida ha despertado voces a favor y en contra. Aunque algunos apoyan el control sanitario, otros señalan que las personas de menores recursos necesitan salir a trabajar.
“Me puede gustar o no gustar, pero creo que es necesario”, dijo a la AFP Pascual, un hombre de 75 años que no dio su apellido. “Hay mucha gente que tiene que salir porque no tiene qué comer, tiene que trabajar en algo. No es la mejor solución pero es la única que hay en este momento”.
Chile registró este sábado 7.624 casos y 107 muertes por covid-19, lo que suma un total de más de 1,4 millones de contagios y más de 30.000 decesos.
Al mismo tiempo, el país sudamericano ya vacunó con al menos una dosis a 11,3 millones de personas, y con dos a 8,8 millones de los más de 15,2 millones que comprenden la población objetivo -de los 19 millones de habitantes de Chile-.
Sin embargo, el rápido avance de la vacunación no ha evitado que los casos sigan aumentando.
La cuarentena “me parece bien porque la pandemia está descontrolada, el gobierno es una basura y no ha sabido gestionar esto desde el día uno. La vacuna no previene el contagio y simplemente evita que los hospitales estén tan llenos”, señaló a la AFP un joven de 29 años que se identificó como Matías.
Chile ha recibido hasta el momento 22,7 millones de dosis de las vacunas Sinovac (17,1 millones), Pfizer/BioNTech (4,5 millones), AstraZeneca (693.600, también a través de Covax) y CanSino (300.000), y recientemente aprobó el uso de Janssen de Johnson & Johnson.
Algunos expertos apuntan a la menor efectividad de la vacuna mayoritaria, la del laboratorio chino Sinovac, como una de las razones por las que todavía no bajan los casos. Solo evita un 65,3% de los contagios, frente al 95% de Pfizer/BioNTech o el 80% de AstraZeneca, según un informe difundido por el Gobierno de Chile.
”Tenemos que esperar a que haya un 75% u 8 % vacunado con dos dosis para lograr la inmunidad de rebaño, y aun así no sabremos si se logrará”, explicó a Efe Nicolás Muena, virólogo de la Fundación Ciencia y Vida.
Las autoridades descartaron la circulación de la variante Delta y pusieron el foco en vacunar a los grupos rezagados, aquellos que, pese a ser llamados, no se inocularon y son en su mayoría menores de 39 años.
Con información de AFP y EFE
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