Un grupo de 34 de los 155 constituyentes electos para escribir la Nueva Constitución para Chile, manifestaron su intención de no subordinarse a las reglas fijadas en el Acuerdo de Paz y la Nueva Constitución del 15 de noviembre de 2019, para “ejercer la soberanía popular”.
El Acuerdo de Paz y la Nueva Constitución del 15 de noviembre de 2019 nació luego de una negociación entre los bloques tradicionales de la política chilena, tras una serie de violentas manifestaciones que agitaron al país luego del inicio del estallido social, en octubre del 2019.
En este acuerdo, la política tradicional chilena decidió ceder ante una de las peticiones populares más exigidas: cambiar la actual Constitución que rige al país desde 1980, por una nueva.
Sin embargo, esto se haría bajo ciertas reglas, entre algunas de ellas, la realización de un plebiscito para aprobar o rechazar la idea de escribir una nueva Constitución y bajo qué modalidad, el planteamiento del quórum de dos tercios para lograr acuerdos para la nueva Carta Magna, y que el tiempo para escribir el documento sería de 9 meses, y otros 3 meses más en caso que sea necesario.
Una vez redactado este nuevo documento, la reforma constitucional fijó que esto será sometido a un plebiscito ratificatorio y obligatorio por parte de la ciudadanía.
¿Qué dijeron los 34 constituyentes?
No obstante, los resultados de las votaciones del 15 y el 16 de mayo para elegir a los 155 Convencionales Constituyentes, no fueron los esperados por la clase política tradicional. La masiva victoria de los independientes y de la nueva izquierda, desordenó el tablero, y así se hizo evidente en las últimas horas.
Durante este martes, los 34 constituyentes reunidos bajo la “Vocería de los Pueblos”, manifestaron que “las condiciones para este nuevo ciclo han de marcar un quiebre con la continuidad de las violencias de Estado que hemos enfrentado”, y que por esto, “el poder constituyente originario es un poder plenamente autónomo que se establece para reordenar el cuerpo político de una sociedad”.
Debido a lo anterior, el grupo hizo un llamado “a hacer efectiva la soberanía popular de la constituyente”, y que esto se debe realizar, “sin subordinarnos a un Acuerdo por la Paz que nunca suscribieron los pueblos. Lo afirmamos también respecto de toda la institucionalidad de nuestro país, que habrá de someterse al fin a la deliberación popular”.
El grupo además aprovechó de ofrecer garantías de “libertad, verdad y justicia, reparación, desmilitarización, fin a las expulsiones, y soberanía” para la Convención que se inicia en un mes.
Reacciones de la clase política chilena
El candidato presidencial del Frente Amplio, Gabriel Boric, y quien además participó en el acuerdo de ese 15 de noviembre del 2019, salió a defender lo logrado durante esa jornada. “Creo que cuestionar lo que sucedió el 15 de noviembre que abrió la puerta, gracias a la movilización del pueblo, a que hoy día tengamos convención constitucional es un poco bizantino”, manifestó Boric.
Además, manifestó que “no colabora a hacer carne las demandas que está planteando el pueblo de Chile (…) embarcarnos en cuestionamientos al procedimiento hoy día me parece que solo tranca la voluntad de avanzar en esos cambios que yo creo es lo que quiere todo Chile”, subrayó el candidato del Frente Amplio.
Por otro lado, el candidato presidencial por el Partido Comunista, Daniel Jadue, quienes no participaron de este acuerdo, también cuestionó las reglas impuestas por la clase política durante el 15 de noviembre del 2019.
“Algunos dijeron, cuando se firmó el Acuerdo del 15, que estábamos firmando por una asamblea constituyente, que era lo mismo la Convención Constitucional que la asamblea constituyente (…) lo que nos tienen que contar los que firmaron es si ellos pensaban que son el poder originario y que son los soberanos o que la Convención Constitucional era soberana”
Por su parte, el Gobierno de Chile salió a cuestionar la postura de los 34 constituyentes. Según el Ministro del Interior, Rodrigo Delgado, este grupo hoy son convencionales constituyentes, “gracias a ese acuerdo, en donde se canaliza la demanda ciudadana y se dice ‘paremos con la violencia desatada, sentémonos a conversar’”.
“Yo invitaría a quienes no confían en esos acuerdos a cambiar las cosas desde adentro en el marco institucional”, finalizó Delgado.
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