Guillermo Lasso, el actual presidente de Ecuador, rompió con el estigma de que un banquero, católico y conservador llegaría a la presidencia. Es más, ahora mismo es el presidente que inicia su gestión con el más alto índice de aceptación desde que la nación sudamericana retornara a la democracia en 1979.
Con las elecciones celebradas en 1978 y convocadas por el Consejo Supremo de Gobierno, Ecuador retornó al cauce constitucional y superó la última dictadura militar de su historia reciente. Desde entonces, en el país andino han gobernado 14 presidentes, de los cuáles 10 fueron elegidos y 4 fueron sucesiones constitucionales.
La encuestadora CEDATOS asegura que el recientemente posesionado presidente Guillermo Lasso supera, al día de hoy, la aceptación que en su momento consiguieran Rafael Correa y Jaime Roldós, y que eran consideradas las más altas de los últimos 40 años.
Rafael Correa fue el presidente del Ecuador que disolvió al poder legislativo, convocó a una Asamblea Constituyente que redactó una nueva constitución y que ahora se encuentra en condición de prófugo de la justicia por habérsele encontrado como culpable de delito de delincuencia organizada. Correa sembró de infraestructura pública a gran parte del país, lo que le ha procurado aceptación entre los sectores populares.
En cambio, Jaime Roldós es el recordado presidente del retorno a la democracia que murió en un misterioso accidente aéreo en 1981, mientras ejercía el poder presidencial. Roldós será recordado por la doctrina de Derecho Internacional de 1980 que lleva su nombre, impulsada para favorecer el respeto regional a los Derechos Humanos en una época marcada por el dominio de las dictaduras militares en la región como la de Jorge Rafael Videla en Argentina, Augusto Pinochet en Chile, Manuel Noriega en Panamá o João Baptista Figueiredo en Brasil. En la política interna será recordado por duplicar el salario mínimo del trabajador y reducir la jornada del trabajo.
El estudio de la encuestadora CEDATOS atribuye más del 71% de aprobación al novel presidente Guillermo Lasso, mientras a Rafael Correa y Jaime Roldós atribuyó, a cada uno, un 68% por el mismo concepto. Otros presidentes contemporáneos, en el mismo estudio, presentan números similares, aunque inferiores: Abdalá Bucaram 67%, Jamil Mahuad 66% y Lucio Gutiérrez 64%, pero ninguno supera a Guillermo Lasso.
Jaime Roldós consiguió la presidencia en el balotaje de 1979 con el 68,5% de los votos. Esta cifra no volvería a repetirse, convirtiendo al presidente del retorno democrático en el gobernante más votado en su primera participación. Promediando los resultados de los ballotages, los demás consiguieron la presidencia de Ecuador con un promedio de 53,6% de los votos. Se destacan los casos de Sixto Durán Ballén, que en 1992 consiguió el 57,3%; de Abdalá Bucaram, que en 1996 consiguió el 54,5%; Lucio Gutiérrez, que en 2002 consiguió el 56,7%; y Rafael Correa, que en 2006 consiguió el 56,7%.
Guillermo Lasso, el nuevo presidente del Ecuador, ganó el balotaje con el 52,2% de los votos, apenas por debajo del promedio, y ahora, en aceptación, ya se encuentra muy por encima de los presidentes más votados en la historia política reciente del país.
Aunque la aceptación popular lo favorezca, el gobierno de Lasso tiene varios retos que cumplir para consolidar su capital político. El más importante, debido a la situación actual, es concluir con éxito el plan de vacunación que busca inmunizar a nueve millones de ecuatorianos en 100 días. También está generar empleo, según lo anunciaba su eslogan de campaña “empleo, empleo y más empleo”.
Además, Lasso deberá tender puentes con el Legislativo, para poder impulsar su plan de gobierno. Esto porque no cuenta con un buen número de legisladores.
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