El candidato de Perú Libre a la presidencia, Pedro Castillo, pidió este miércoles “no caer en provocaciones de quienes quieren ver este país en el caos”, mientras que su oponente de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, presentó recursos de nulidad contra 200.000 votos en los que ha encontrado supuestas “irregularidades”.
Según los resultados oficiales al 99,1% de actas contabilizadas, el izquierdista lidera las votaciones con un 50,2%, mientras Keiko Fujimori de Fuerza Popular perdería con un 49,8, una diferencia de 71 mil votos.
Tras el anuncio de Fujimori de impugnar actas ya contabilizadas, la mayoría de distritos muy favorables a Castillo, el maestro rural llamó en su cuenta de Twitter a la “paz y tranquilidad”
“No caigamos en provocaciones de quienes quieren ver este país en el caos”, apuntó, y agradeció a quienes se manifiestan en las calles en defensa de los votos. “Sigamos firmes y alegres en esta lucha final que es de todos los peruanos”, remató.
Por su parte, el partido Perú Libre había transmitido un mensaje en la misma línea: “A nuestros militantes, simpatizantes y amigos les llamamos a tener paciencia y calma, estamos vigilantes, no hay que caer en el juego del fujimorismo de generar caos y violencia” y han mencionado directamente a Fujimori para “respetar” el voto después de que Castillo se autoproclamara vencedor de las elecciones este martes.
“Cumpla con los compromisos que firmó y tenga palabra”, exigieron a la candidata rival.
El presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Jorge Luis Salas, expresó su sorpresa por la solicitud de Fujimori de anular 802 mesas y recordó que en las pasadas elecciones de 2016 “solo se presentaron cuestionamientos contra 29 mesas”.
Sin contar las mesas que el fujimorismo intenta anular, en la mañana del jueves solo quedaban dos actas por ser contabilizadas, mientras que 751 actas están en manos del JNE por tener votos impugnados o errores como ilegibilidad, incompatibilidad de cifras o falta de firmas de los miembros. Es probable que los votos de estas actas favorezcan ligeramente a Fujimori cuando sean contabilizados, ya que corresponden en mayor proporción a centros urbanos, pero serían insuficientes para acercarse a la remontada.
Por su parte, las Fuerzas Armadas exhortaron a “todos los peruanos” a respetar los resultados del ballotage y reafirmaron su “compromiso de respetar la voluntad ciudadana”, en momentos en que circulan en las redes sociales llamados para que los militares impidan que Castillo asuma el poder.
En tanto, la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, pidió a los candidatos “que orienten a sus seguidores para que respeten las formas democráticas” y que disputen la segunda vuelta que “con tranquilidad”. Igualmente, ha apuntado que los organismos electorales “están demostrando un trabajo imparcial y autónomo”.
Las peticiones de “tranquilidad” hacia los simpatizantes de Castillo están relacionadas con las manifestaciones que se están viviendo en Perú. En Lima, donde hay marchas a favor de ambos candidatos, se registraron incidentes cuando un grupo ha proliferado ofensas contra los seguidores de la líder de Fuerza Popular, según recoge RPP, así como en ambas marchas se ha pedido evitar un “fraude”, según indica El Comercio.
La incertidumbre se acentúa en un país sumido en convulsiones políticas que condujeron a tener cuatro presidentes desde 2018, tres de ellos en cinco días de noviembre pasado.
La elección volvió a dejar en evidencia no solo la división política en el país, sino también la brecha entre Lima y el “Perú profundo”, postergado por siglos y muy golpeado por la recesión económica causada por la pandemia.
En la región andina de Cusco, la antigua capital del imperio inca, Castillo conquistó el 83% de los votos, y en Puno, a orillas del lago Titicaca, el 89%. En estas zonas predominan las poblaciones quechua y aymara, respectivamente.
(Con información de Europa Press y AFP)
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