Las claves del supuesto fraude sistemático denunciado por Keiko Fujimori en Perú

La candidata lanzó la hipótesis mientras avanza el conteo de votos del ballotage que la enfrentó con Pedro Castillo

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La candidata presidencial Keiko Fujimori (EFE/ Stringer)
La candidata presidencial Keiko Fujimori (EFE/ Stringer)

Los “indicios de fraude sistemático” en las elecciones presidenciales de Perú denunciados por Keiko Fujimori han generado repercusiones y prontas respuestas de los entes electorales nacionales y especialistas en la materia que consideran que la candidata aún no ha presentado pruebas de una denuncia de ese calibre.

Fujimori lanzó la hipótesis del fraude cuando se ve al borde de perder por tercera vez consecutiva la Presidencia de Perú en segunda vuelta, en unos comicios cuya corrección fue destacada por las misiones electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore).

1.- LAS ACTAS IMPUGNADAS

El mayor argumento de Fujimori es que el izquierdista partido Perú Libre, del candidato izquierdista Pedro Castillo, ha impugnado maliciosamente más de 1.300 actas electorales que contienen alrededor de casi 400.000 electores, a un promedio de 300 votantes por acta.

Según los datos del recuento, hay 1.369 actas bajo observación por distintos aspectos, pero solo cuatro anuladas y una impugnada, mientras que 461 contienen algunos votos impugnados por parte de ambos partidos, que una vez resueltos no afectará al cómputo del resto sufragios de cada acta.

“De ninguna manera se puede concluir que dichos resultados van a una única candidatura. No se dejen sorprender y menos compartir noticias falsas, cuyo único propósito es no reconocer el resultado de las urnas. Acusar de fraude sí es irresponsable”, advirtió el exjefe de la ONPE Fernando Tuesta.

Las demás actas aún no contabilizadas serán revisadas y analizadas por el Jurado Nacional de Elecciones por estar incompletas (104), no haber sumado bien los votos (397) o estar escritas de manera ilegible (60), entre otras vicisitudes que impiden de momento ser computadas.

Seguidores de Keiko con un cartel que dice: "No al fraude" (REUTERS/Sebastián Castañeda)
Seguidores de Keiko con un cartel que dice: "No al fraude" (REUTERS/Sebastián Castañeda)

2.- LA MESA SIN VOTOS POR KEIKO

Otra presunta irregularidad presentada por Fujimori fue un acta electoral donde Castillo tenía 187 votos y ella ninguno, cuando en la mesa del costado su rival se llevaba 124 y ella 50. “Es estadísticamente imposible”, afirmó el candidato a vicepresidente por el partido Fuerza Popular, Luis Galarreta.

Sin embargo, la ONPE aclaró que “no hay lugar a duda sobre las cifras de los votos que consigna el acta de escrutinio” porque “dicho documento está firmado por los tres miembros de mesa y no ha sido observada por ninguna de las partes”.

El acta es de Huarango, municipio de Cajamarca, región del norte de los Andes peruanos de donde es oriundo Castillo, quien en ese distrito se llevó 52.683 votos (78,8 %) frente a los 14.130 de Fujimori (21,1 %).

No es extraordinario que en una mesa todos los votos vayan para un solo candidato en zonas donde se concentra el voto por uno de los dos.

Ya pasó en anteriores elecciones en una mesa de San Cristóbal, de la sureña región de Moquegua, donde 127 personas votaron por Pedro Pablo Kuczynski y ninguna por Fujimori en 2016, y ha vuelto a pasar nuevamente allí esta vez, donde hay una mesa con 206 votos a favor de Castillo, cuatro nulos y ninguno por Fujimori.

Keiko Fujimori y Pedro Castillo
Keiko Fujimori y Pedro Castillo

3.- LA MESA DE LOS CATACORA

Al partido Fuerza Popular también le pareció un “indicio de fraude sistemático” que en una mesa del municipio de Ácora, a orillas del lago Titicaca, sus tres miembros llevasen de apellido Catacora.

La acusación de fraude viene por el hecho de que los tres serían miembros de una misma familia orientada a copar la mesa para favorecer a Castillo, que se llevó 197 votos frente a uno solo de Fujimori.

Sin embargo, Catacora es un apellido de origen aimara muy común, especialmente en Ácora, como aseguró a Efe Tito Catacora, natural de ese municipio y productor de la premiada película Wiñaypacha.

Catacora también era el apellido del anterior alcalde del distrito así como un ex congresista de la sureña región de Puno, donde se ubica Ácora, e igualmente del actual presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora.

Puno es una de las regiones con mayor apoyo a Castillo, pues el candidato de izquierda se llevó 644.095 votos (89,2 %) sobre los 77.461 (10,7 %) de Fujimori.

4.- LOS VOTOS ADULTERADOS

El día de la elección tuvo repercusión mediática la detención por parte de la Policía de dos personeros (representantes) de Perú Libre que habían supuestamente marcado a favor de su partido varias cédulas de votación, algo a lo que se acogió el fujimorismo para lanzar la hipótesis de que puede haber sucedido a escala nacional.

Según aclaró la ONPE, en el primero de los casos, donde se encontraron 87 cartillas adulteradas, el personero de Perú Libre no había marcado el símbolo de su partido sino que había firmado “donde le correspondía”, pero de manera irregular, ya que esto debía hacerlo en todo caso después del recuento.

Algo similar ocurrió en el otro caso, donde una mujer hizo lo propio con otras 256 cédulas en la norteña ciudad de Chiclayo, donde en el lugar de la firma había puesto las siglas de su partido, pero de momento no se han reportado incidentes similares en el resto del país, por lo parecen dos hechos aislados.

(Por Fernando Gimeno - EFE)

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