Familiares de presos políticos nicaragüenses y madres de jóvenes que murieron protestando contra el régimen del dictador Daniel Ortega convocaron el jueves a un paro nacional tras el arresto domiciliario de la líder opositora Cristiana Chamorro.
Efectivos de la policía irrumpieron el miércoles en la casa de la precandidata presidencial, intensificando dramáticamente la batalla política antes de los comicios de noviembre en las que el exguerrillero izquierdista de 75 años busca reelegirse por tercera ocasión consecutiva.
“Es mejor un paro nacional que un disparo”, dijo Grethel Gómez, frente al domicilio de Chamorro, en un barrio de Managua, donde familiares de presos políticos se congregaron para mostrar su solidaridad con la aspirante y vicepresidenta del diario La Prensa, el más grande del país.
Apenas el martes, la fiscalía había solicitado la inhabilitación de Chamorro para ejercer cualquier cargo público debido a que está siendo investigada por varios delitos, entre ellos lavado de dinero, acusaciones que ella ha rechazado.
Los recientes acontecimientos generaron la condena del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien describió la situación, a través de un mensaje en sus redes sociales, como un asalto a las elecciones libres y justas. “Los nicaragüenses merecen una democracia real”, escribió.
Chamorro es la precandidata de oposición mejor posicionada en las encuestas para enfrentar en los comicios a Ortega, quien gobierna el país ininterrumpidamente desde 2007.
Las inconformidades contra su gestión generaron una serie de protestas en 2018, que fueron contenidas violentamente por las autoridades, dejando más de 300 muertos, de acuerdo con información de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Entretanto, Chamorro, quien además es la figura de la oposición nicaragüense con mayor probabilidad de ganar los comicios de noviembre, en los que el dictador Daniel Ortega busca una nueva reelección, cumplió este jueves 24 horas recluida en su vivienda, incomunicada y bajo un fuerte dispositivo policial.
Prácticamente “esto es un secuestro”, señaló su abogada, Orieta Benavides, quien afirmó que ninguno miembro del equipo jurídico que defiende a Chamorro ha logrado comunicarse con ella.
Chamorro, hija de la ex mandataria Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), que derrotó a Ortega en los comicios de 1990, permanece recluida en su vivienda, en el sur de Managua, después que una jueza ordenara su detención y el allanamiento de la vivienda por un caso de presunto lavado de dinero.
“El arresto domiciliar, a como se establece en la legislación, no es lo que en la práctica está ocurriendo con Cristiana”, aseguró su abogada, para quien Chamorro “no debería estar incomunicada” ni ser privada de hablar con su familia y su defensa.
“Es una situación que escapa de lo legal y que lo convierte prácticamente en un secuestro”, sostuvo Benavides.
La cuenta oficial de Twitter de Chamorro, quien fue inhabilitada para participar en la contienda electoral bajo el argumento de “no estar en pleno goce de sus derechos civiles y políticos”, continúa activa, aunque sin publicar mensajes desde la noche del pasado martes.
(Con información de Reuters y EFE)
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