El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, urgió este martes a Centroamérica a defender la democracia y combatir la corrupción para luchar contra las causas “de raíz” de la afluencia de migrantes a Estados Unidos, en un momento en que las tensiones con ciertos países complican la tarea de Washington.
“Los buenos gobiernos son cruciales para enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades. Sin embargo, nos reunimos en un momento en que la democracia y los derechos humanos se ven socavados en muchas partes de la región”, dijo tras reunirse en Costa Rica con el presidente Carlos Alvarado.
“Lo vemos en la erosión de la independencia del poder judicial, la represión de los medios independientes y las organizaciones no gubernamentales, la proscripción de los opositores políticos y el retroceso en la lucha contra la corrupción”, agregó el Secretario de Estado de Joe Biden.
“Esta es una de las razones que empuja a la gente a dejar sus hogares. No confían en sus gobiernos”, había dicho antes del viaje la jefa del Departamento de Estado para las Américas, Julie Chung.
Los comentarios de Blinken llegan en momentos en que Washington arrecia sus críticas contra el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, por atentar contra la independencia del Poder Judicial, tras la destitución por parte del Congreso (de mayoría oficialista) de un grupo de magistrados y del fiscal general.
Estados Unidos también fustiga al mandatario Daniel Ortega en Nicaragua, señalado por organismos de derechos humanos de tratar de sacar de carrera a sus opositores para tentar un cuarto mandato consecutivo.
Elecciones imparciales
“Que los funcionarios públicos rindan cuentas y protejan los derechos de los ciudadanos, que tengan elecciones libres e imparciales y que no usen su poder para castigar a sus críticos y que todos sigamos trabando para mejorar las vidas de las personas en maneras concretas”, instó Blinken.
También pidió a Centroamérica comprometerse, sin importar si son de orientación política de centro, derecha o izquierda, a trabajar para remozar sus sistemas democráticos y “pensar primero en mejorar las vidas de las personas”.
“Entendemos lo frágil que puede ser la democracia. En nuestro país nosotros también hemos tenido problemas hace pocos años. Pero la experiencia nos ha subrayado la importancia de reforzar las instituciones y normas que salvaguardan la democracia”, añadió.
Para su primera visita a América Latina, Antony Blinken eligió ir a San José, Costa Rica, donde se reúnen los cancilleres de los países miembros del Sistema de Integración Centroamericana (Sica): Costa Rica, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y Salvador, también en presencia de su contraparte mexicana.
En su visita elogió el “ejemplo” de Costa Rica, que acaba de incorporarse a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El presidente Alvarado destacó la “relación de valores comunes” con Estados Unidos como la “democracia, derechos humanos y el progreso enfocados en las personas, de creer en el multilateralismo como la forma en que los países en este mundo de globalización podemos convivir en paz y salir adelante”.
Compromiso con migración
En el corazón de este viaje de dos días, se encuentra el complicado tema de la migración, un dolor de cabeza para el presidente Joe Biden.
“Lo que queremos escuchar de nuestros socios es un compromiso compartido para abordar, con nosotros, las causas fundamentales” de la “migración ilegal”, dijo Antony Blinken en una conferencia de prensa con el presidente costarricense Carlos Alvarado.
“Lo que empuja a las personas a dejar todo lo que conocen, su hogar, su familia, su comunidad, su cultura, su idioma, porque sienten que no tienen otra opción”, agregó.
Apenas llegar a la Casa Blanca en enero, Biden se enfrentó a una gran afluencia de migrantes hacia la frontera con México desde América Central. El mandatario demócrata prometió una política migratoria más “humana”, luego de las draconianas restricciones de la administración de Donald Trump, y los republicanos lo acusan de negar la existencia de una “crisis” migratoria.
Biden pidió encargarse del asunto a su vicepresidenta Kamala Harris, quien hará su primer viaje a México y Guatemala la próxima semana.
Y para materializar su deseo de abordar el problema “de raíz”, anunció un apoyo de 4.000 millones de dólares durante cuatro años para ayudar al desarrollo de Honduras, Guatemala y El Salvador, conocido como el Triángulo Norte de Centroamérica.
En una región duramente golpeada por la pandemia de coronavirus y necesitada de vacunas, Blinken dijo que “en las próximas dos semanas” se anunciará cómo será la distribución de las anunciadas 80 millones de dosis que Estados Unidos compartirá con varios países.
(Con información de AFP)
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