El presidente Guillermo Lasso fue enfático. No quiere que el servicio de inteligencia del Ecuador, actualmente llamado Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), tenga “por objetivo espiar a opositores políticos, periodistas, líderes sociales”, lo dijo durante la ceremonia militar de cambio de mando que se realiza todos los lunes en el Palacio de Carondelet, sede del gobierno de Ecuador.
La reestructuración del CIES estará a cargo del ministro de Defensa, Fernando Donoso. El encargo es oficial y está ordenado en el Decreto Ejecutivo 45, firmado por Lasso. Lo que se busca, según el mandatario, es que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional “profundicen en su labor de inteligencia al servicio del Estado”.
El cambio de objetivo del servicio de inteligencia es parte del fortalecimiento institucional que ha ofrecido el presidente Lasso a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional. “Tengan por seguro que contarán conmigo y mi Gobierno para este proceso de fortalecimiento”, recalcó Lasso
El novel presidente dijo a los miembros de la fuerza pública que los ecuatorianos guardan esperanzas en ellos: “El pueblo ecuatoriano espera mucho de ustedes, tanto en la defensa de las fronteras, para evitar la penetración de fuerzas del mal, a través del cometimiento de delitos transnacionales y también la ciudadanía espera el trabajo de la Policía Nacional para cuidar de su seguridad, el pueblo ecuatoriano clama por espacios de tranquilidad y de paz en la vía pública, en los parques, para que sus familias se puedan mantener con un espíritu de tranquilidad”.
La antigua SENAIN
El servicio de inteligencia ecuatoriano se creó en el gobierno de Rafael Correa. En ese momento no se llamaba CIES, sino Secretaría Nacional de Inteligencia, también conocida como SENAIN, por sus siglas. Esta institución, según lo ha dicho el mismo Lasso, sirvió durante el correísmo para espiar a los opositores al régimen.
Para el ministro de Defensa, Fernando Donoso, la antigua SENAIN se convirtió en un “centro de delincuencia”. Por ello, el presidente Lasso ha pedido la reestructuración. La institución que debía servir para elaborar planes del más alto nivel, causó “persecución, interceptación de teléfonos y hasta secuestros (que) son actos delincuenciales”, indicó Donoso.
En 2012, el político Fernando Balda fue víctima de secuestro en Colombia. Según las investigaciones realizadas por la Fiscalía General del Estado, “el hecho se habría ejecutado por orden del expresidente de la República, Rafael Correa, quien –aprovechándose de su autoridad– habría dispuesto al exsecretario de Inteligencia (Senain), Pablo Romero, ubicar y traer a toda costa a Balda al territorio ecuatoriano”.
Sobre este caso, recoge en su web la Fiscalía, en agosto de 2020, los jueces sentenciaron al exsecretario Nacional de Inteligencia, a nueve años de prisión, como autor mediato del delito de secuestro agravado, cometido contra Fernando Balda.
El ministro Donoso cree que los recursos tecnológicos de la antigua SENAIN sirvieron para perseguir.
El nuevo presidente coincidió con Donoso pues, durante la ceremonia, dijo que “aquella institución de inteligencia que fue creada inicialmente bajo el nombre de Senain y con el objetivo de crear un servicio de inteligencia civil al servicio del Estado, lastimosamente, luego se convirtió en una institución al servicio del Gobierno y sus intereses políticos, y también de los intereses del partido de gobierno, teniendo por objetivo espiar a opositores políticos, periodistas, líderes sociales y a cada ecuatoriano que disentía o pensaba diferente al Gobierno”. Lasso enfatizó que a ese uso del servicio de inteligencia “lo damos por terminado”.
Donoso aseguró que buscará, junto al nuevo presidente, alternativas para cambiar el sistema actual del CIES, además explicó que “jamás puede perder la capacidad de tener Inteligencia o la obtención de información para elaborar los planes que se requieren. Nadie puede planificar sin Inteligencia y eso nos enseñan a los uniformados desde los primeros cursos”.
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