El director del Instituto Butantan, Dimas Covas, sugirió este jueves que el presidente Jair Bolsonaro obstaculizó y atrasó la compra de vacunas anticovid chinas que ese centro produce en Brasil y que hoy son las más aplicadas en el país.
“Podríamos haber sido el primer país en vacunar en el mundo”, lo que no ocurrió por esos atrasos en la negociación, dijo Covas ante una comisión del Senado que investiga la gestión del Gobierno frente a una pandemia que ya causó la muerte de casi 455.000 brasileños.
Según Covas, el Instituto Butantan ofreció al Gobierno, en agosto de 2020, un total de 100 millones de dosis de Coronavac, que produce en cooperación con el laboratorio chino Sinovac, con el compromiso de que antes de fin de año entregaría las primeras cinco millones, que efectivamente tuvo disponibles a inicios de diciembre.
Sin embargo, y pese a que el Ministerio de Salud llegó a anunciar también en agosto un precontrato para adquirir 46 millones de dosis, un día después Bolsonaro dijo que su Gobierno “jamás” compraría “una vacuna china” y las negociaciones “se interrumpieron”.
En ese momento, el mandatario mantenía fuertes disputas políticas con el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, su mayor adversario en el campo conservador y de cuya administración depende el Butantan, un respetado y centenario centro científico del país.
Covas evitó hacer valoraciones políticas de esa discordia, pero sostuvo que en ese momento la negociación con el Ministerio de Salud se estancó y fue retomada sólo a inicios de enero, para la firma del contrato el 6 de ese mismo mes, once días antes de la aplicación de la primera vacuna en el país.
Añadió que, por la disponibilidad de materia prima que había en agosto de 2020, si la primera oferta hubiese prosperado el Butantan podría haberle entregado a Brasil 100 millones de dosis hasta fines del primer trimestre de 2021, en vez de los 46 millones que el país recibió hasta hoy, precisamente por la actual escasez de insumos.
También citó que, actualmente, la Coronavac representa cerca del 70 % de las vacunas aplicadas en Brasil, un país de 210 millones de habitantes y de los que solamente un 10 % ha recibido las dos dosis necesarias.
El testimonio de Covas coincide en líneas generales con lo que expuso ante la misma comisión del Senado el presidente de Pfizer para América Latina, Carlos Murillo, quien dijo que esa farmacéutica presentó una oferta similar, también en agosto de 2020, y que fue “ignorada” por el Gobierno de Bolsonaro hasta marzo de este año.
Las declaraciones de Covas y Murillo contrastan con lo que dijo a la comisión parlamentaria el general Eduardo Pazuello, quien fue ministro de Salud entre mayo de 2020 y el pasado marzo y ejerció en la época de esas negociaciones.
Pazuello afirmó a los senadores que Bolsonaro no había tenido interferencia alguna en esas tratativas, que fueron “continuas”, y que sólo se adquirieron las vacunas a partir de enero, porque fue entonces cuando las autoridades reguladoras las aprobaron y el Parlamento autorizó las negociaciones.
Por esas y otras contradicciones, Pazuello ha sido convocado a declarar nuevamente ante la comisión parlamentaria, en la que crece la percepción de que el Gobierno, guiado por el claro negacionismo de la ultraderecha que lidera Bolsonaro, fue omiso en la compra de vacunas y con otras medidas para enfrentar la pandemia.
Con información de EFE
SEGUIR LEYENDO: