Las cifras del Ministerio de Gobierno del Ecuador son alarmantes. Solo en febrero de 2021 se registraron 217 muertes violentas en el país, lo que convierte a ese mes en el más violento de la última década. Los mismos datos, refieren que el 70% de los crímenes se comenten con armas de fuego, que son adquiridas de forma ilegal en el mercado negro.
En Guayaquil, la capital comercial del Ecuador, según lo publicado por medios televisivos locales y en concordancia con las cifras de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, en las últimas 72 horas se registraron seis asesinatos. Esa ciudad, también conocida como la ‘Perla del Pacífico’, es la ciudad donde se cuentan más muertes por sicariato. De acuerdo a lo recogido en medios locales, la mayoría de las muertes responden al microtráfico de drogas.
La seguridad será uno de los retos del nuevo presidente Guillermo Lasso, quien se ha comprometido con buscar cooperación internacional a Estados Unidos y la Unión Europea para luchar contra el narcotráfico y el contrabando.
La crisis carcelaria y el narcotráfico acrecientan la violencia
La crisis carcelaria es un indicador de la violencia del país y de sus vínculos con organizaciones delictivas. En febrero de este año, hubo levantamientos coordinados en cuatro cárceles del Ecuador, donde fueron asesinados, decapitados y descuartizados, al menos 79 presos. Esas muertes superaron la cifra total de muertos en las 48 cárceles del Ecuador en el año 2020.
Según los medios locales, las pandillas que participaron en los amotinamientos sangrientos de febrero de 2021 son Los Pipos, Los Lobos, Los Chone Killers, Los Tiguerones y Los Choneros. La razón sería la pugna por el liderazgo vacante de Los Choneros, cuyo líder Jorge Luis Zambrano “Rasquiña”, que salió de prisión, fue asesinado por sicarios en un centro comercial de Manta, una ciudad costera del Ecuador.
Los Choneros, una de las pandillas más antiguas del Ecuador, han sido protagonistas de esas revueltas carcelarias. Según el Insightcrime: “Desde 2011, Los Choneros han evolucionado para convertirse en una de las bandas carcelarias más violentas del país, con presencia permanente en penitenciarías en todo el territorio ecuatoriano y operaciones en múltiples ciudades, donde Los Choneros se dedican al microtráfico, sicariato, extorsión y contrabando”. Desde sus inicios, la pandilla ha estado relacionada con el narcotráfico y con cárteles de droga.
Pero la violencia no se queda en las cárceles, sino que está en las calles, donde las pandillas se disputan los territorios donde pueden comerciar o distribuir drogas. Aunque Ecuador cuenta con el sistema integrado de seguridad ECU-911, las 4.300 cámaras distribuidas en todo el país y monitoreadas por el personal del ECU-911 no han logrado mitigar la violencia callejera. Lasso se ha comprometido a implementar tecnología y minicámaras personales para policías.
El narcotráfico es uno de los problemas del Ecuador. En los dos primeros meses de 2021, la Policía Nacional decomisó más de 22.500 kilos de sustancias narcóticas. El ex presidente Lenín Moreno calificó como “brutal” al narcotráfico en el país y aseguró que los carteles de México y Colombia están vinculados.
Los cargamentos de cocaína y heroína, provenientes de Colombia y Perú, según el Informe de la Estrategia Internacional de Control de Estupefacientes elaborado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, “se trafican por tierra a través de porosas fronteras y a través de rutas marítimas”. Las autoridades estiman que el 70% sale del país a través de puertos desde Guayaquil. La droga se escondería en contenedores.
El mismo informe asegura que el Ecuador no es un país productor de drogas ilícitas pero sí es una ruta importante para la distribución de droga que se envía hacia Estados Unidos y Europa.
A pesar de la pandemia y el confinamiento obligatorio, durante 2020, Ecuador fue uno de los países cuya tasa de muertes violentas por cada 100 mil habitantes incrementó y se situó en 7,8.
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