La congregación de los Jesuitas de Chile reconoció en un informe que 64 personas fueron víctimas de abusos sexuales -34 de ellas menores de edad-, por parte de 11 de sus clérigos que fueron investigados por la propia orden católica entre 2005 y 2020.
Según el informe del Centro de Prevención de Abusos y Reparación (CPR) de la Compañía de Jesús, obtenido este martes por la agencia AFP, un total de 17 jesuitas fueron investigados en procesos canónicos por denuncias de abuso, de los cuales la congregación acreditó la responsabilidad de 11 por abusos sexuales a 34 menores de edad y 30 adultos.
“Efectivamente. Se reconocen las víctimas de los casos en que la Compañía alcanzó la certeza de su ocurrencia por medio de algún proceso interno. Las 64 víctimas corresponden a los 11 casos”, indicó este martes la Compañía de Jesús en respuesta a un cuestionario enviado por la AFP.
De los 11 sacerdotes, nueve son responsables de “situaciones abusivas de connotación sexual” de las 34 víctimas menores de edad, mientras que cinco cometieron “abusos sexuales” y “manipulación de conciencia” de 30 adultos, detalla el informe.
De los inculpados resalta el nombre del fallecido ex líder de esa congregación Renato Poblete, quien según este informe abusó sexualmente de cuatro menores y de 19 adultos, desde 1960 y por más de cuatro décadas.
En 2019 se recibió la primera denuncia en contra de Poblete, tras lo cual la congregación pidió perdón a las víctimas. Poblete, quien falleció en 2010, fue capellán por más de 20 años del Hogar de Cristo, la mayor fundación de ayuda a los pobres en el país.
De los curas inculpados, cinco fallecieron, tres ya no son parte de la Compañía de Jesús y otros tres “están sometidos actualmente a estrictos planes de supervisión profesional” que involucra ayuda psicológica y medidas restrictivas como la prohibición de acercarse a menores.
La congregación informó que desde 2018 puso a disposición de la Justicia los antecedentes de los casos. El informe indica además que 31 de las víctimas han sido resarcidas económicamente.
Según consigna el diario La Tercera, en el documento aparecen tres nombres de religiosos de los cuales no se sabía públicamente que habían sido denunciados por abuso. Uno de ellos fue identificado como José Tomás Gatica, quien fue denunciado por un menor de edad por “diversas situaciones de connotación sexual”, que tuvieron lugar en el año 2007, en Santiago. En 2011 el acusado renunció a la Compañía de Jesús y en 2012, del diaconado.
El segundo caso corresponde al jesuita Eduardo Tampe, cuyos abusos tuvieron lugar en 2015, en la ciudad de Puerto Montt. Su víctima, mayor de edad, denunció una “transgresión de límites en la esfera de la sexualidad”. El año pasado el religioso fue suspendido de su trabajo pastoral y actualmente cumple un plan de supervisión llevado a cabo por una profesional externa a la congregación.
El tercer caso es el del fallecido jesuita Carlos Berríos. La denuncia en su contra se recibió en 2018 por parte de una víctima, que al momento de los hechos era menor de edad. De acuerdo a lo detallado en el informe, sufrió “situaciones abusivas de connotación sexual” durante la década de los 70.
La Iglesia chilena ha estado envuelta en denuncias de abusos desde que en 2010 el influyente sacerdote Fernando Karadima fue denunciado y un año después condenado por el Vaticano como culpable de abusos sexuales a menores.
Con información de AFP y La Tercera
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