Este lunes 24 de mayo, Guillermo Lasso tomará juramento como Presidente del Ecuador. La ceremonia de posesión se celebrará, a las 10 (hora de Ecuador) en la Asamblea Nacional, nombre que adoptó el Congreso Nacional desde la reforma constitucional de 2008. El evento se transmitirá por los medios públicos del país y por las redes sociales del organismo.
Se trata de una transmisión de mando novedosa. Dentro de los últimos 14 años gobernaron dos facciones del mismo proyecto político, una liderada por el expresidente Rafael Correa, hoy autoexiliado en Bélgica por deudas con la justicia ecuatoriana, y otra por el presidente saliente, Lenín Moreno, heredero de Correa.
Tras unas reñidas elecciones, Guillermo Lasso se impuso con el 52,4%, a 5 puntos de distancia de Andrés Arauz, el candidato por la plataforma correista, en el ballotaee que se celebró el 11 de abril de este año. Lasso, un banquero conservador de 66 años, ganó, en su tercer intento, la Presidencia de Ecuador. CREO, su movimiento político, no tuvo la misma suerte. Con 9,7% de los votos apenas logró 12 de 137 curules en el Congreso.
El nuevo presidente recibirá al Ecuador en medio de una crisis económica, con la promesa de vacunar a 9 millones de ecuatorianos contra el COVID-19, y con poca representación legislativa.
Ecuador con un gobierno de minoría
Después de 14 años de dominio partidista, Ecuador vuelve a tener un gobierno sin una mayoría partidaria en el Legislativo. Para superar esa dificultad, la campaña de Lasso usó la expresión “encontrémonos”, pero su primer desencuentro fue con el Partido Social Cristiano (PSC), una antigua fuerza fundada en 1951 y presente con altibajos en la escena política ecuatoriana, asociada electoralmente al partido del electo presidente Lasso.
La ruptura sucedió en la sesión de instalación del nuevo periodo ordinario de sesiones legislativas de la Asamblea Nacional. En la ocasión, los legisladores de CREO no votaron por el asambleísta propuesto por el PSC para ser presidente del Congreso. Así se materializó la ruptura.
Según las normas ecuatorianas, la Asamblea Nacional se debe instalar diez días antes de la posesión presidencial y elegir autoridades legislativas para celebrar la transmisión del mando.
Luego de esa ruptura y para elegir a los altos cargos asamblearios, el partido de Lasso tuvo que coaligarse, en esa sesión, con los 13 legisladores independientes, con los 18 asambleístas de la Izquierda Democrática y con los 27 del Movimiento Pluricultural Pachakutik, organización de los pueblos indígenas. Con esta maniobra, Lasso se prometió con la centroizquierda partidaria, se separó del PSC y del bloque correista de la UNES o Unión por la Esperanza, y según algunos expertos, aseguró gobernabilidad para el nuevo presidente y suscribió la estabilidad entre los poderes representativos del Estado.
De esta forma se eligieron a las autoridades legislativas. Con 70 de 137 votos de esta nueva mayoría de centroizquierda y que corresponden a la mitad más uno de los miembros de la Asamblea Nacional, se eligió como presidente del órgano a Guadalupe Llori del partido indigenista Pachakutik, lideresa, activista, alcaldesa y prefecta en la provincia de Orellana que fue encarcelada durante el gobierno de Rafael Correa. Llori fue posesionada por la directora de la sesión Pierina Correa, hermana del expresidente.
Negociar para gobernar
Para gobernar los siguientes cuatro años, Lasso, como cabeza del poder Ejecutivo, deberá negociar y “llegar acuerdos” con los grupos legislativos, según explica el abogado y politólogo, Arturo Moscoso. Para esto, es necesario que el Ministerio de Gobierno tienda puentes entre el Ejecutivo y Legislativo, señaló Moscoso.
El 21 de mayo, Lasso anunció que su ministro de Gobierno será César Monge, presidente del movimiento CREO, que resultó electo como asambleísta para este periodo, pero que renunciará a su curul para dirigir esa cartera de Estado.
Las negociaciones y acuerdos dentro de la Asamblea Nacional, para que el presidente electo pueda ejecutar su plan de gobierno, deben tener dos características, según explica Moscoso: “Que sean transparentes y busquen el bien de los ciudadanos”. El politólogo señala que “se ha satanizado mucho el tema de los acuerdos legislativos”, pero que estos son necesarios porque “la política nace de los acuerdos”.
La politóloga y decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Internacional SEK de Ecuador, María Paz Jervis, coincide con Moscoso en la necesidad de la negociación: “Debemos sentarnos todos en la mesa”, dice Jervis. Para ella, la negociación es indispensable, pero “hay límites” sobre los que no se puede negociar, por ejemplo “los derechos, los valores y principios fundamentales”, señala la experta.
Que la Asamblea Nacional sea plural y que no haya una mayoría oficialista es positivo para la democracia, según destaca Jervis: “Esto garantiza que los poderes estén divididos y eso es sano para la democracia”.
La reforma económica, sobre el tratamiento de las finanzas públicas, y la reforma política, sobre el funcionamiento de las instituciones del Estado, serán retos del gobierno de Lasso. Para Jervis, ambas reformas “van de la mano”. La politóloga explica que “una reforma económica necesariamente atraviesa por una reforma política” porque se modifican las estructuras del gasto, de ingresos, de recaudación y “eso atraviesa por la perspectiva política y de funcionamiento del Estado”.
Sobre las reformas, Moscoso dice que Lasso debe realizar cualquier tipo de reforma “mientras dure su capital político”.
9 millones de vacunados en 100 días
Durante su campaña para ganar la Presidencia, Lasso le prometió a sus votantes que vacunará en los primeros 100 días de Gobierno, a nueve millones de ecuatorianos en contra del COVID-19.
El plan de vacunación recae sobre el Ministerio de Salud que estará dirigido por Ximena Garzón, PhD en Salud Pública con énfasis en Salud Ocupacional y posdoctora en investigación de salud ocupacional y epidemiología ocupacional. Según la web del presidente electo, se prevé vacunar a 90 mil personas al día, es decir, a 5 personas cada hora en los 2.100 centros de salud pública que tiene el Ecuador.
La vacunación es una promesa importante. Si en sus primeros 100 días, el gobierno de Lasso logra vacunar a nueve millones de ciudadanos, “eso le va dar mucho aire para los siguientes meses”, señala Moscoso. Pero si fracasa, “le va a costar muchísimo” políticamente, dice el experto.
El Gabinete de Lasso
Las promesas de campaña deben materializarse, por eso los ministros que acompañarán a Lasso en su gobierno deberán ejecutar y crear las políticas públicas que permitan cumplir con lo ofrecido. Una de las promesas es la inclusión.
Sobre esto, Silvia Buendía, abogada y activista feminista y defensora de los Derechos Humanos y de la comunidad LGBTIQ+, dice que esperaba que Lasso, banquero, conservador y perteneciente al Opus Dei –un grupo de la iglesia católica, tenga un gabinete poco inclusivo sin mujeres y solo con sus “iguales”, sin embargo, la activista destaca que los ministros que ha presentado el presidente electo demuestran un cambio: “Tienes a una mujer negra como Mae Montaño en el Ministerio de Inclusión Económica y Social (...) eso no esperas de un gobierno de derecha”.
Buendía menciona algunos nombres del Gabinete y menciona a Bernarda Ordóñez, una abogada y activista feminista de 30 años, que será la Secretaria de Derechos Humanos; a Sebastián Palacios, exlegislador que ha apoyado las causas de la comunidad LGBTIQ+, que será el nuevo secretario de Deporte; a Tanlly Vera, exlegisladora que asumirá la dirección del Ministerio de Agricultura, una cartera de Estado históricamente dirigida por hombres. “No recuerdo ninguna ministra de agricultura”, dice Buendía.
De los 24 ministros que acompañarán a Lasso, siete son mujeres.
La agenda de Lasso para el 24 de Mayo
Lasso iniciará su jornada a las 7:30 con una Misa Tedeum (de acción de gracias) en la Catedral Metropolitana de Quito, capital del Ecuador. A las 9:45 llegará a la Asamblea Nacional para su posesión. Luego tendrá un almuerzo con los jefes de Estado y otras autoridades invitadas. Por la tarde, Lasso firmará sus primeros decretos y nombrará oficialmente a sus ministros, además, asistirá a una recepción con invitados especiales. Finalmente, a las 21h00, tendrá su primera reunión con el Consejo de Seguridad en Palacio de Carondelet (sede de la Presidencia).
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