La fortaleza institucional de los países se ha convertido en una pieza clave a la hora de pensar los desafíos planteados por la pandemia y las posibilidades de recuperación post-pandemia. En el caso de América Latina, Uruguay es el único país de la región entre los veinte de mejores instituciones políticas y mercado.
Un informe elaborado por la Red Liberal de América Latina (Relial), se refiere al “notable” ingreso de Uruguay al ránking, y destaca que se trata del “único latinoamericano dentro de los mejores, aunque Chile supo estar también allí en las instituciones de mercado”.
También destaca que en las últimas posiciones de la tabla de Calidad Institucional se mantiene cierta estabilidad en los últimos años, con Cuba y Venezuela como los dos representantes latinoamericanos, junto a 13 países africanos y cinco asiáticos.
El índice, que es elaborado anualmente por la Relial y hace un relevamiento tanto de las instituciones políticas y de mercado, ha analizado la relación entre estos índices y los confinamientos impuestos en el marco de la pandemia de coronavirus.
De acuerdo con los hallazgos del informe, mientras que el promedio de la calidad institucional en el continente americano era 0,5684 en el año 2008, hoy es de 0,5061. “En términos generales, parece que aquellos países que ya tenían mejor calidad institucional antes de la crisis podrán recuperar algo de su calidad institucional previa, mientras que los que no la tenían no parece que la vayan a alcanzar como respuesta a la pandemia”, agrega.
Así, en la presentación se citan diferentes investigaciones que hallaron que alrededor del 80% de las personas -en diferentes países del mundo- están dispuestas a sacrificar algunos de sus propios derechos en tiempos de crisis. Y al mismo tiempo, que la pospandemia pondrá a sus gobiernos ante el desafío de devolver los poderes extraordinarios que le fueron dados para gestionar la crisis sanitaria.
Un trabajo del BID citado en el reporte encontró, con datos recogidos entre Marzo y Octubre de 2020, que “los mercados en desarrollo y emergentes imponen confinamientos más prolongados y más estrictos”.
“Descubrimos que los países emergentes y en desarrollo, con pocas excepciones, tuvieron los confinamientos más estrictos y prolongados. Entre ellos, se destacan los países de América Latina y el Caribe: 8 de los 10 países con los confinamientos más prolongados entre marzo y octubre son latinoamericanos”, continúa.
En relación al índice de Calidad Institucional medido en nuestra región, Chile sigue ocupando el primer lugar pese a la explosión social que sufrió en el año 2019 y Uruguay y Costa Rica completan el podio de países latinoamericanos.
Por el contrario, las influencias populistas y autoritarias se reflejan en los países que ocupan las últimas posiciones: “Haití, Cuba y Venezuela han ocupado esas posiciones desde que tenemos datos del ICI, y se extienden en menor medida a los países que están por encima de éstos”, añade el informe.
También se hace un análisis cronológico de la evolución de los países desde el año 1996, cuando se empezó a elaborar el índice. “El peor resultado es el de Bolivia, superando incluso a Venezuela porque se encontraba entonces en una mejor posición (...) Desde ese momento, Argentina cayó 68 (puestos), Belice y Honduras 63, Nicaragua 60 y Ecuador 59, mostrando el impacto de períodos populistas.
En cambio, continúa, “los mejores resultados son los de Perú (+18) y Colombia (+15). En general hay más caídas que mejoras y aquellas son más profundas. Desde 2007 la principal caída es de Nicaragua (-50), Belice (-49) y muchas de las pequeñas islas caribeñas, mientras que las principales mejoras han sido las de República Dominicana (+26), Colombia (+18), Paraguay (+17), Perú y Costa Rica (+15)”.
Al respecto de la aplicación de restricciones por la pandemia, los autores destacan que los países latinoamericanos fueron muy estrictos cuando había pocos casos y redujeron las restricciones cuando los casos alcanzaban un pico. “Esto muestra que la elevada rigurosidad o la violación de derechos individuales básicos, no brindó un mejor resultado sanitario y ni hablar del costo económico”
Precisamente, los cuatro países con medidas más estrictas en América Latina han sufrido drásticas caídas de su actividad económica durante 2020 según las estimaciones del FMI: Honduras (-6,6%), Argentina (-11,8%), Bolivia (-7,9%) y Venezuela (-25%).
El informe no afirma que el resto de los países estén en condiciones de mostrar mejores resultados económicos, pero, afirma, “al menos infligieron en sus ciudadanos un costo menor por las restricciones a su libertad”.
Así, en simultáneo, los países con peor calidad institucional (Argentina, Granada, Bolivia, Surinam, Haití y Venezuela) muestran la mayor caída en promedio y la más lenta recuperación.
“La mala calidad institucional muestra su costo durante la pandemia, tanto económico como en limitación de las libertades individuales. El resultado sanitario no es mejor al de los países con buena calidad, aunque ya señalamos las dificultades para una comparación precisa entre países con características muy diferentes. Una mejor calidad institucional permite hacer frente a crisis como ésta con mayores recursos, dispara más rápidamente la innovación y todo tipo de emprendimientos para hacer frente a las nuevas necesidades que la situación impone, fomenta la cooperación social voluntaria y permite un menor cercenamiento de las libertades individuales, con un costo económico menor”, concluye.
En términos continentales, el reporte de la Red Liberal de América Latina, por un lado se agrupan los países de buena calidad institucional que deberían protegerla y pueden mejorarla -Canadá, Estados Unidos, Chile, Uruguay, Costa Rica y las islas caribeñas-. En segundo lugar, los de buena o media calidad institucional que deberían mejorar la calidad de sus instituciones políticas -Panamá, Perú, Colombia y El Salvador-. En tercer lugar, los de buena o media calidad institucional que deberían mejorar la calidad de sus instituciones de mercado -Uruguay y las islas caribeñas-. En cuarto lugar, los países de mediana a pobre calidad institucional que deberían mejorar ambas cosas, pero principalmente sus instituciones políticas -México, Paraguay, Honduras, República Dominicana, Nicaragua y Guatemala-. En quinto lugar, los de mediana a pobre calidad institucional que deberían mejorar ambas cosas, pero principalmente sus instituciones de mercado (Brasil, Argentina y Ecuador). En último lugar, los países con gran necesidad de realizar profundas mejoras en ambas -Bolivia, Haití, Cuba y Venezuela-.
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