La ex presidenta de Bolivia Jeanine Áñez denunció que dos meses después de su puesta en detención preventiva “no se haya presentado una sola prueba” que respalde las acusaciones que pesan contra ella.
“Han pasado más de dos meses desde que se ordenó mi detención preventiva. Desde aquel momento los fiscales no han presentado una sola prueba que me vincule a los delitos acusados de conspiración, sedición y terrorismo”, indicó en un mensaje en su cuenta de Twitter.
El escrito, publicado por el administrador de su cuenta, resalta que “nunca” podrán vincularla con las acusaciones. “Sencillamente, lo único que hice fue cumplir con mi deber en la sucesión constitucional, avalada incluso por el propio Tribunal Constitucional”, enfatrizó.
“Soy una presa política, esa es la única realidad”, agregó Áñez, detenida el 13 de marzo en la ciudad de Trinidad acusada de sedición, terrorismo y conspiración por su rol en el marco de la crisis postelectoral de 2019.
El caso “Golpe de Estado” se enmarca en una investigación tras la denuncia de la ex diputada del MAS Lidia Patty, quien acusó a Luis Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz y candidato en las presidenciales del año pasado en las que salió triunfador Luis Arce, de instigar junto a su padre y varios mandos militares y policiales las revueltas y la salida de Evo Morales.
Áñez accedió a la Presidencia en noviembre de 2019 después de la dimisión de Morales y otros altos cargos, argumentando que el vacío de poder le permitía hacerse con el cargo desde su posición como segunda vicepresidenta del Senado.
Así, permaneció en el cargo hasta noviembre de 2020, cuando se celebraron en Bolivia unas nuevas elecciones presidenciales, en las que se impuso Arce, candidato del MAS del ex presidente Morales, quien no concurrió a los comicios.
(Con información de Europa Press)
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