Está todo listo en Chile para que este sábado 15 y domingo 16 de mayo la población acuda a las urnas para participar de las “mega elecciones” que definirán futuros concejales, alcaldes, y gobernadores regionales, además de los integrantes de la convención constitucional que escribirán la posible nueva Constitución del país andino.
Son casi 15 millones los ciudadanos autorizados para sufragar en esta doble jornada. Las personas deben ir a los locales de votación con un lápiz pasta azul (de olvidarlo le proporcionarán uno), mascarilla y cédula de identidad. En todos los locales de votación habrá preferencia para adultos mayores, embarazadas y personas con discapacidad.
Las elecciones comenzarán a las 8 AM del sábado y el domingo, y concluirán a las 6 PM de ambos días. Según el presidente del Consejo Directivo del Servicio Electoral (Servel), Raúl Tagle, los primeros resultados de las votaciones se conocerán “en torno a las 6.30 PM o cerca de las 7 PM” del domingo.
Entre los cargos en disputa se destacan los convencionales constituyentes. Este grupo estará conformado por 155 personas que integrarán la Convención Constitucional que tendrá como objetivo escribir una eventual nueva constitución para el país.
Ante su inminente elección es pertinente recordar las respuestas a las siguientes preguntas: ¿Cómo Chile llegó hasta este escenario político?, ¿Qué significa que Chile esté próximo a vivir un proceso constitucional?
¿Cómo llegó Chile a este proceso constitucional?
El proceso que terminó con la propuesta es consecuencia del llamado “estallido social” chileno, que comenzó el 18 de octubre del 2019. Durante aquella jornada la población se volcó a las calles para protestar por un alza en tarifas de transporte público. No obstante, los motivos de las manifestaciones se expandieron -lo mismo que su intensidad- para incluir protestas por problemáticas de fondo como la desigualdad social imperante en el país.
Entre las demandas más importantes estaba revocar la actual Constitución del país, escrita durante la dictadura militar de Augusto Pinochet y de los sectores duros de la derecha política y económica del país.
Los manifestantes reclamaban “ilegitimidad de origen” del documento porque fue concebido bajo la influencia de los militares y sin participación ciudadana.
Tras semanas de marchas multitudinarias, el 15 de noviembre de 2019 los bloques políticos del país acordaron un plebiscito para definir si la población quería o no modificar la Carta Magna.
Este plebiscito tuvo lugar el 25 de octubre del año pasado y el resultado fue contundente: el 78,28% votó a favor, mientras que un 21,72% se inclinó por rechazar la idea.
Además, el 79% eligió que la manera de abordar este proceso constituyente fuera a través de una Convención Constitucional, es decir, elegir el 100% de sus integrantes por votación popular. La opción de la Convención Mixta, que proponía que la composición fuera 50% de parlamentarios en ejercicio y la otra mitad de integrantes elegidos por votación, fue rechazada.
Convención Constitucional: el camino elegido
Para que esta instancia tome forma, en estas mega elecciones se elegirán a los 155 convencionales que escribirán una posible nueva Constitución. Entre estos cupos, 17 escaños se han reservado para los pueblos originarios.
En total, son 1.373 candidatos que aspiran a estar en la convención, de los cuales 649 son mujeres y 629 hombres, a los que se suman los 95 candidatos indígenas.
La Convención asegurará además la paridad de género. Ello implica que, por primera vez en la historia, la constitución de un país será escrita por hombres y mujeres en igual proporción.
La Nueva Constitución deberá ser escrita en un plazo de 9 meses, que no obstante podrá extenderse por 3 meses más si un tercio de los convencionistas cree que es necesario o si el presidente o presidenta lo requiere. Mientras este documento se esté escribiendo, la Constitución vigente será la de 1980.
Una vez que los resultados de la mega elección del fin de semana estén en la mesa, se espera que la Convención Constitucional inicie sus funciones este mes, o a más tardar en junio. Una de las primeras tareas que tendrá el grupo será elegir a un presidente o presidenta, o vicepresidente o vicepresidenta.
¿Qué pasará cuando la Nueva Constitución esté redactada?
La Convención Constitucional, luego que haya escrito y aprobado la Nueva Constitución, se disolverá. Tras esto, el Presidente de la República tendrá que convocar nuevamente a un plebiscito nacional para que la ciudadanía apruebe el texto o lo rechace.
Esta votación será obligatoria para todo aquel que tenga fijado su domicilio electoral en Chile. Aquel que no asista a esta elección, se arriesga a una multa de 0,5 UTM (USD 36,54) hasta los 3 UTM (USD 219) aproximadamente.
Este plebiscito constitucional se deberá hacer en un plazo de 60 días después de la publicación en el Diario Oficial del decreto supremo que lo convocará.
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