“Los ministros tienen que ser elegidos por su sector. Los maestros elegirán a su ministro de Educación, los agricultores al ministro de Agricultura, los médicos a su ministro de Salud, porque se trata de conducir al pueblo y gobernar para el pueblo”, prometió Pedro Castillo antes de las elecciones. El 11 de abril pasado, el izquierdista ganó la primera vuelta presidencial, la campaña para el ballotage avanza pero continúa sin dar precisiones.
“Nosotros ya tenemos un plan de convocatoria para los sectores para que se den espacios y propongan sus ministros para que asuman desde el 28 de julio”, afirmó. Sin embargo, hasta ahora, no hay un solo nombre, sólo declaraciones vagas.
En diálogo con RPP Noticias, el candidato dijo que su equipo técnico no será “un círculo cerrado” y, por lo tanto, podría estar conformado por personas de distintas tendencias. “Hemos encontrado cómo hacer una propuesta real y objetiva frente a cada una de las necesidades. No necesitamos copias, no necesitamos ningún calco. Necesitamos que el pueblo peruano llame a sus mejores cartas, a sus mejores hombres y mujeres para sacar adelante al país, respetando a las instituciones”, declaró sin dar pistas.
“Nosotros no estamos acá para posicionar a un partido. Nosotros no estamos para trasladar a personas que han venido de un gobierno regional que piensan que Perú Libre va a traer a los que fueron funcionarios en la región para que sean ministros o viceministros. Tranquilidad, acá se trata del país, no se trata de empoderar a individuos o personas”, insistió.
La falta de información concreta genera cada vez más incertidumbre. Corren los días y cada vez falta menos para la segunda vuelta prevista para el 6 de junio, donde Castillo podría consagrarse presidente.
La preocupación radica en la falta de planes del ultraizquierdista. Es que incluso el programa que publicita fue escrito antes de que se desate la pandemia de coronavirus, por lo que no incluye ninguna mención a la enfermedad ni medidas para combatirlo.
Lo que sí se conoce es su postura como marxista y leninista, en sintonía con otros regímenes de la izquierda en la región. Los empresarios temen que se concrete su versión más radicalizada, a que busca la nacionalización de empresas privadas en sectores mineros, gasíferos, petroleros, hidroenergéticos y comunicaciones.
El cerebro detrás de Castillo es quien más dudas genera: Vladimir Cerrón, un controvertido ex gobernador que fue suspendido de su cargo por una condena penal, acusado de aprovechamiento de su cargo. Cerrón diseñó la plataforma de gobierno que publicita Fuerza Popular, representa la línea dura y la bancada de más de 30 congresistas electos son más afines a sus posturas.
Las voces de alerta
El primero en encender las alarmas después de una larga temporada de silencio fue el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Reconocido antifujimorista y una de las opiniones más respetadas -y esperadas- de su país, el escritor fue muy directo: “Un Gobierno de Castillo sería una verdadera catástrofe”.
No haría falta mucho más para indicar que el Perú de Pedro Castillo integrará los países que, siguiendo al Gobierno de México, quieren resucitar el grupo de Puebla y romper con el grupo llamado de Lima. En otras palabras, será calcado del que inauguró el comandante Chávez en Venezuela, el Socialismo del siglo XXI, que ha obligado a más de cinco millones de venezolanos a emigrar a los países vecinos para no morirse de hambre”, explicó.
Jaime Bayly en su programa “7X7″ también analizó los planes de Vladimir Cerrón, a quien considera “el jefe ideológico” de Castillo. “Qué peligro escuchar al jefe ideológico de Pedro Castillo, el señor Vladimir Cerrón, hablando de Venezuela y de cómo Venezuela debe ser un modelo para perpetuarse en el poder”, aseguró. “Está diciendo nosotros vamos a llegar al poder y no vamos a entregar el poder nunca. Ese es el modelo comunista, el modelo chavista, que peligro que los peruanos voten por ese modelo”, agregó.
“Mi gran temor es que la mayoría de los 2 millones casi ochocientos mil peruanos que han votado por él el domingo, no saben que si Castillo llega al poder será otra Venezuela. Sueñan con que Castillo les va a mejorar la vida y yo sospecho que es al revés”, manifestó.
El último sondeo, del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), revela que la intención de voto a favor del izquierdista perdió cinco puntos porcentuales en mayo, respecto al mes anterior y después del debate que le propuso a su rival en la ciudad de Chota. En tanto, Fujimori subió 8,5 puntos porcentuales en mayo, después de haber sumado apoyos de otros partidos conservadores y de retomar una intensa agenda de campaña.
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