Un juez del Tribunal Supremo de Brasil detectó indicios de “ejecuciones arbitrarias” en el operativo en Río de Janeiro que terminó con la vida de 28 personas

Edson Fachin envió una carta al fiscal general Augusto Aras para que investigue lo sucedido. Pese a que las operaciones de ese tipo estaban restringidas por la pandemia, los oficiales ingresaron a la favela de Jacarezinho y testigos denunciaron que las víctimas fueron ejecutadas después de rendirse

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Protestas en la favela de Jacarezinho en Rio de Janeiro, este viernes. EFE/ Andre Coelho
Protestas en la favela de Jacarezinho en Rio de Janeiro, este viernes. EFE/ Andre Coelho

El juez del Tribunal Supremo de Brasil, Edson Fachin, evaluó este viernes el operativo policial llevado a cabo el jueves en una favela de Río de Janeiro contra un grupo delictivo, en el que murieron 28 personas, señalando que existen indicios de que pudieron haberse producido “ejecuciones arbitrarias”.

Fachin envió una carta al fiscal general, Augusto Aras, alertando de posibles irregularidades durante la operación de la Policía Civil de Río de Janeiro, la cual tenía restringido este tipo de acciones, salvo casos excepcionales, debido a la crisis de la pandemia, tal y como ordenó el Supremo.

“Los hechos denunciados parecen serios y, en uno de los videos, hay indicios de hechos que, en teoría, podrían constituir una ejecución arbitraria”, señala Fachin en su escrito a Aras, al que han tenido acceso algunos medios brasileños.

Edson Fachin detectó irregularidades en el tiroteo que terminó con 25 muertos en una favela de Río de Janeiro (AFP)
Edson Fachin detectó irregularidades en el tiroteo que terminó con 25 muertos en una favela de Río de Janeiro (AFP)

El jueves la Policía Civil de Río de Janeiro desplegó un operativo especial en la favela de Jacarezinho, ubicada en el norte de la ciudad, contra un grupo criminal al que se acusaba, entre otras cosas, de reclutar a menores de edad para que cometieran robos, secuestros y asesinatos.

Su irrupción en la favela desencadenó un tiroteo que dejó 28 muertos, entre ellos un agente. La Policía ha defendido que durante la operación se cumplieron todos los protocolos y ha calificado a los fallecidos de “bandidos”, “criminales” y “homicidas”.

Inicialmente fueron reportados 25 fallecidos, incluyendo un oficial. Pero la Policía Civil actualizó a 28 el número de decesos la tarde de este viernes.

La reacción de Fachin coincide con las de algunas autoridades brasileñas más, como la Fiscalía de Río de Janeiro y la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de Brasil, que han anunciado una investigación acerca de lo que han calificado como una “matanza”.

“Estoy seguro de que vuestra excelencia adoptará las medidas necesarias”, señala Fachin a Aras, a quien le ha solicitado estar informado acerca de las medidas y acciones que adopte en relación a esta cuestión, haciendo hincapié en lo mostrado en aquel video al que refería el principio de su carta.

Policías apuntan a una mujer durante un operativo en la favela Jacarezinho en Río de Janeiro. REUTERS/Ricardo Moraes
Policías apuntan a una mujer durante un operativo en la favela Jacarezinho en Río de Janeiro. REUTERS/Ricardo Moraes

Protestas, críticas y manifestaciones

“¡Dejen de matarnos!”, decía una pancarta al frente de una marcha de centenas de personas que se dirigió desde la favela Jacarezinho, donde el jueves se produjo la tragedia, hasta el cuartel general de la policía.

“Esta ha sido una de las acciones más salvajes de la policía de Río”, dijo el estudiante Roger Denis, que participó en el cortejo. “Estamos pidiendo justicia, por una masacre injustificable” agregó. Otras protestas se realizarán por la tarde.

Según grupos de derechos humanos, se trató de la operación policial más letal en la historia de la ciudad, acostumbrada sin embargo a irrupciones violentas de las fuerzas de seguridad en comunidades pobres, con población mayoritariamente negra.

La Policía Civil (a cargo de investigaciones criminales) indicó que la incursión en Jacarezinho se proponía desarticular una banda que reclutaba a niños y adolescentes para el tráfico de drogas, robos, secuestros y asesinatos.

Un soldado militar cachea a un hombre en una favela en Río de Janeiro. REUTERS/Ricardo Moraes/File Photo
Un soldado militar cachea a un hombre en una favela en Río de Janeiro. REUTERS/Ricardo Moraes/File Photo

La irrupción, a primeras horas del jueves, convirtió a la zona en un teatro de guerra, con cadáveres esparcidos y grandes charcos de sangre en las estrechas callejuelas, refirieron testigos.

El portavoz de la Alta Comisionada de la ONU para los derechos Humanos, Rupert Colville, se declaró “profundamente consternado por la muerte de al menos 25 personas” en Jacarezinho y pidió una investigación “independiente, completa e imparcial”.

“Recordamos a las autoridades brasileñas que el uso de la fuerza debe aplicarse solamente cuando es estrictamente necesario”, indicó en un comunicado emitido en Ginebra. “La fuerza letal debe usarse como último recuerdo”, dijo.

Jacarezinho está considerada como la base del Comando Vermelho, el grupo narcotraficante con mayor actividad en Río de Janeiro. La favela está llena de callejones y rodeada de barricadas instaladas por los grupos de delincuentes, lo que dificulta el acceso de vehículos blindados, entre otros.

Con información de EuropaPress y AFP

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