El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou confirmó este miércoles el retorno gradual de las clases presenciales. Será en etapas y comenzará el 3 de mayo, cuando vuelvan a las aulas los alumnos de escuelas rurales con un solo docente.
En una conferencia desde la Torre Ejecutiva, el mandatario también indicó que se extenderán hasta el 16 de mayo las otras restricciones impuestas para mitigar el impacto de la pandemia: el cierre de las oficinas públicas, el cierre de los free shops en la frontera, la prohibición de eventos sociales y espectáculos públicos, el cierre de los bares y restaurantes a la medianoche y la prohibición de prácticas de deporte amateur, gimnasios y clubes.
“Hay una bajada de casos promedio. No estamos conformes, ni tampoco con la baja de la movilidad. Si bien hay un descenso, esperamos que sea mayor”, dijo Lacalle Pou. Y agregó: “Tenemos una luz que genera esperanza que es la baja de casos de personal de la salud, que es notoria y tenemos una vacunación avanzada. Con lo cual, estamos un escalón más abajo, no el que querríamos tener, y por eso las medidas se extienden por lo menos hasta el 16 de mayo y la única actividad que retornamos es la educativa, en etapas”.
El ministro de Educación de Uruguay, Pablo Da Silveira, declaró que el gobierno marcó un “calendario gradual responsable” y explicó que la reapertura de aulas empezará el 3 de mayo, “pero únicamente con escuelas rurales unidocentes de todo el país”, que alcanza a un máximo de 6.000 alumnos.
Da Silveira había declarado en una rueda de prensa el martes que “no es seguro” que en mayo todos los estudiantes retornen a las clases presenciales, sino que será un proceso progresivo, y resaltó que una de las ventajas actuales es que más del 70 % de los docentes están vacunados contra el COVID-19.
Por su parte, en esa misma conferencia de prensa el martes, el presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, destacó que no habrá nuevos protocolos, ya que las autoridades están conformes con el cumplimiento de los centros educativos en cuanto a las medidas de cuidado y protección.
Las clases presenciales fueron suspendidas por Lacalle Pou el pasado 23 de marzo al observar el incremento de casos de COVID-19 en el país. Ante la continuidad del aumento, la medida que se preveía hasta el 12 de abril finalmente se extendió.
Uruguay sumó 2.939 casos y 46 muertes por el covid-19 este miércoles, según el informe diario ofrecido por el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae). Con estas nuevas cifras, el país suramericano suma 2.497 fallecimientos y 193.027 casos positivos desde el inicio de la pandemia.
Tras llevarse a cabo en esta jornada 15.171 test PCR, hubo 2.939 casos y, desde que se declaró la emergencia sanitaria el 13 de marzo de 2020, Uruguay acumula 1.774.981 test procesados. De ellos, 28.123 son personas que actualmente están cursando la enfermedad y 535 se encuentran en Cuidados Intensivos (CTI).
Sobre esto, la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI) explica en su último informe de este martes que 755 de las 999 camas destinadas para CTI se encuentran ocupadas, lo que representa un 75,6 %. Un 56,6 % del total son por enfermos de covid-19.
Además, todos los departamentos (provincias) del país se encuentran en zona roja según el índice de Harvard, al acumular más de 25 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días. El más afectado actualmente es Tacuarembó (centro), con 115,52 casos por 100.000 habitantes, seguido por Río Negro (oeste), con 102,93, y Artigas (noroeste), con 102,68.
Con respecto a la vacunación, 1.153.573 personas han sido inoculadas con la primera dosis de las farmacéuticas china Sinovac, anglo-sueca AstraZeneca o estadounidense Pfizer y 587.314 con la segunda de Pfizer o Sinovac. Esto supone que un 49,65 % de la población ha recibido al menos una de las dos dosis.
Con información de EFE
SEGUIR LEYENDO: