Altos dirigentes del partido gobernante en Bolivia, el Movimiento al Socialismo (MAS), plantearon este martes la promoción de elecciones internas y evaluaciones tras la derrota en el ballotage en cuatro regiones que eligieron a sus nuevos gobernadores.
“Estamos conscientes de que necesitamos liderazgos regionales y departamentales” y que “va a ser importante promover las elecciones internas dentro del instrumento político”, declaró a los medios el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, que es además un representativo dirigente cocalero.
Parte de la reflexión aborda aspectos como que dos de esas derrotas, en Chuquisaca y Pando, fueron ante ex militantes del partido, mientras que en La Paz lo fue ante un indigenista de postulados cercanos al MAS y solo en Tarija frente a un contrincante ideológicamente contrario.
VICTORIAS DE EX MILITANTES
Rodríguez consideró que la segunda vuelta “ha sido una batalla electoral entre masistas”, en referencia a las victorias de los ex masistas Regis Richter en Pando, Damián Condori en Chuquisaca y el indigenista Santos Quispe en La Paz cuya agrupación cobija a la ex masista y expresidenta del Senado Eva Copa.
Por su lado, el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani, sostuvo que el MAS “es el único (partido) que tiene presencia nacional” y que la derrota en la segunda vuelta subnacional “no se puede atribuir” al ascenso de algún bloque de oposición.
Los resultados finales en Chuquisaca dieron la victoria a Condori con el 57,3 % ante el 42,6 % del candidato del MAS Juan Carlos León, mientras que en Tarija venció Óscar Montes con el 54,4 % ante el 45,5 % del postulante oficialista Álvaro Ruiz.
Con un 95,5 % de actas computadas, en Pando el ganador es Regis Richter con el 54,6 % ante el oficialista Miguel Becerra y finalmente en La Paz, con datos al 89,7 %, Santos Quispe obtiene 55,6 % de votos ante el 44,3 % del masista Franklin Flores.
EL MAS ANALIZA PRIMARIAS
Las elecciones primarias no son algo nuevo en Bolivia, pues a fines de enero de 2019 se celebraron unos inéditos comicios internos con miras al fallido proceso electoral de octubre de ese año.
Los nueve partidos que compitieron internamente presentaron todos un solo binomio para presidente y vicepresidente, lo que supuso que esas primarias sean cuestionadas por la falta de competitividad interna y se las consideró un gasto innecesario.
Con la crisis política y social que se originó tras los fallidos comicios de 2019, se convocó a nuevas elecciones generales prescindiendo excepcionalmente de nuevas primarias.
En los recientes comicios subnacionales, al interior del MAS hubo descontento por algunas candidaturas e incluso se habló de un supuesto “dedazo” o imposición del ex presidente boliviano y líder de ese partido Evo Morales y su círculo próximo.
“Si tenemos cinco candidatos o precandidatos, vayamos a elecciones primarias. El que gana, gana y después todos a trabajar en torno al ganador”, manifestó Rodríguez en alusión a los procesos de democracia interna.
El máximo representante de la Central Obrera Bolivia, Juan Carlos Huarachi, afín al oficialismo, aseguró que los resultados fueron un “jalón de orejas” que implica una “reconducción” de la organización interna del MAS, según algunos medios locales.
Los dirigentes del MAS prevén para los siguientes días una reunión de evaluación de emergencia para analizar las causas de los resultados departamentales que dejaron en manos oficialistas únicamente a tres de las nueve gobernaciones del país.
El partido gobernante conquistó el 71 % de las 336 alcaldías bolivianas, aunque solo logró dos de las diez plazas urbanas más importantes del país que son las más pobladas.
(Con información de EFE)
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