Paul Oquist, el estadounidense que abrazó la causa sandinista y se convirtió en secretario de la Presidencia de Nicaragua y brazo derecho del mandatario Daniel Ortega, falleció este martes en un hospital de Managua, según informó el gobierno, que no reveló la causa del deceso.
“Hoy ha hecho su viaje a la casa del Señor nuestro querido compañero, doctor Paul Oquist Kelly, que sirvió al pueblo, a las familias, a todos los nicaragüenses, con amor, fidelidad, compromiso y valentía infatigables”, informó la Presidencia, a través de una nota firmada por el gobernante Ortega y la vicepresidenta, Rosario Murillo. Ambos destacaron los servicios que Oquist prestó al país en el campo internacional, que “conocía tan bien y con los que nos relacionaba de manera profunda y extraordinaria”.
“Celebramos la vida y el ejemplo de Paul, sabiendo que nos deja su fuerza, su energía, su espíritu inclaudicable de luchas y victorias, su firmeza, su coherencia, su lealtad indoblegable, su amor a toda prueba, a esta Nicaragua que hizo suya y que lo hizo suyo, en caminos difíciles, pero plenos; complejos, pero vitales; duros, pero llenos de pueblo, este pueblo que hoy lo despide, lo despedimos, con respeto, reconocimiento e infinito cariño”, agregaron Ortega y Murillo en su comunicado.
“El doctor Paul Oquist, un nicaragüense que cumplió y sirvió al pueblo con dignidad, firmeza y compromiso en las relaciones internacionales. ¡Hasta la victoria siempre!”, recordó el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) a través de un mensaje en su cuenta de Twitter.
Oquist, cuyo cargo tenía rango de ministro, estaba “detrás de gran parte del manejo de la política económica y de políticas internacionales” de Nicaragua, comentó en 2020 a la agencia AFP la ex comandante guerrillera y ex diputada sandinista Dora María Téllez.
Según medios locales, el alto funcionario de 78 años, nacido en Oak Park, estado de Illinois, y nacionalizado nicaragüense en la década de 1980, habría estado ingresado en los últimos días en el Hospital Militar Alejando Dávila Bolaños de Managua, con síntomas asociados al covid-19. La información, no obstante, no fue confirmada por el régimen de Ortega.
Sin entregar mayores detalles ni revelar el mal que le aqueja, la vicepresidenta Murillo dijo que Pilar, la esposa de Oquist, “también está enferma”. Pero aseguró que esperan que pueda recuperarse para participar “en las honras fúnebres”, en las que el gobierno reconocerá “todo lo que Paul dio a Nicaragua”.
De acuerdo con la revista Envío de la Universidad Centroamérica, “en los 80 fue el principal cuadro de administración pública” del primer gobierno de Daniel Ortega con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda), tras el triunfo de la revolución.
Asimismo, jugó un papel relevante en las negociaciones para lograr la rendición de grupos insurgentes opositores al sandinismo, patrocinados por Washington, según la publicación.
Tras el retorno de Ortega al poder en 2007, Oquist -doctor en ciencias políticas con varios posgrados- fue nombrado coordinador del Consejo de Política Nacional, una dependencia de consulta del gobierno.
Se dice que estuvo detrás de la decisión de no decretar cuarentena por el coronavirus en Nicaragua, porque consideraba que el virus “es una invención de los países capitalistas para resolver problemas internos”, de acuerdo a lo revelado por Téllez.
En redes sociales se difundieron recientemente fotografías de Oquist en un lugar turístico del país, durante los feriados de Semana Santa.
Oquist fue uno de los principales operadores de Ortega ante diferentes foros internacionales, donde aseguraba que las protestas opositoras que pedían la salida del presidente en 2018 fueron un intento de golpe de Estado. Organismos humanitarios estiman que la represión de las fuerzas de seguridad del régimen sandinista dejó más de 328 muertos.
Esa defensa le mereció ser un de los 24 funcionarios del círculo de Ortega sancionados en octubre pasado por la administración de Donald Trump en Estados Unidos.
Las autoridades norteamericanas lo responsabilizaron de difundir “desinformación para encubrir los crímenes del régimen y las fechorías de horribles abusos a los derechos humanos”.
La Oficina del Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro bloqueó todas las propiedades o activos que tiene en Estados Unidos o bajo el control de estadounidenses, y le prohibió cualquier transacción con ciudadanos de ese país.
Tras esa sanción, Ortega canceló el nombramiento de su asesor de la junta directiva de la Empresa Nicaragüense de Petróleos (Petronic), a la que pertenecía desde 2007, y de la Empresa Nicaragüense de Minas (Eniminas), de la que era miembro desde 2017.
Fue también miembro de la comisión nacional para el inconcluso proyecto de construcción de un canal interoceánico, cedida a un empresario chino, que prometía invertir 40.000 millones de dólares.
Los opositores nicaragüenses identifican a Oquist Kelley como “el principal operador internacional” de Ortega, paralelo a la Cancillería, “con fuertes lazos en los países europeos”, y encargado “de cabildear a favor de la dictadura ante la comunidad internacional, donde ha fracasado”, y de ofrecer una falsa narrativa de la crisis.
Con información de AFP y EFE
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