Los bonos soberanos de Ecuador subían con fuerza el lunes en operaciones internacionales, luego de que el banquero Guillermo Lasso desafiara los sondeos y lograra imponerse por sobre Andrés Arauz en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con su promesa de reactivar la economía de la nación sudamericana.
Lasso obtenía el 52,5% de los sufragios con casi la totalidad del escrutinio, frente al 47,% de su rival, un economista de izquierda bajo el ala del ex presidente Rafael Correa, según cifras oficiales del Consejo Nacional Electoral, que no declarará formalmente al banquero ganador hasta que realice una revisión de actas observadas.
En concreto, los bonos recientemente reestructurados de Ecuador a julio del 2035 sumaban 13 centavos y llegaban a 61 por dólar estadounidense, un nivel no visto desde septiembre; en tanto que la deuda a julio del 2030 crecía también hasta 15 centavos para llegar a 74 centavos por dólar, el mayor salto desde su reestructuración, de acuerdo a operadores bursátiles consultados por la agencia Reuters.
“Dado que en los meses siguientes habrá una atmósfera positiva, y una continua cooperación del Fondo Monetario Internacional, creemos que las ganancias serán sostenibles y vemos el mercado al alza”, dijo Morgan Stanley en una nota enviada a clientes temprano el lunes.
En una nota propia, el analista de Goldman Sachs Tiago Severo aseguró que “la victoria de Lasso debería reducir el nivel de incertidumbre política y aumentar la perspectiva de una agenda de políticas macroeconómicas bastante ortodoxas y amigables con los mercados”.
Se espera que el banquero de carrera de 65 años cumpla con un acuerdo de financiamiento de US$6.500 millones con el Fondo Monetario Internacional y continúe con los pagos de bonos en el extranjero.
Lasso asumirá el cargo el 24 de mayo y enfrentará la abrumadora tarea de reiniciar una economía lenta que lucha en medio de un nuevo aumento en las infecciones por coronavirus, a medida que los esfuerzos de vacunación del país se estancan.
El lunes, el primer director gerente adjunto del FMI, Geoffrey Okamoto, dijo que el Fondo esperaba un fuerte compromiso por parte del nuevo gobierno de Ecuador para derrotar al coronavirus y alentar el reflote del país andino.
Horas después, la directora ejecutiva de la organización, Kristalina Georgieva, felicitó a Lasso y aseguró que el fondo “está comprometido a ayudar a que Ecuador supere la pandemia, fortalezca su economía y construya un futuro mejor para toda su gente”. El banquero dijo en su discurso de victoria que trabajaría para crear “la prosperidad que todos deseamos”.
Suspiro de alivio
Si bien los inversionistas en bonos pueden respirar aliviados, dirigir un país de 17 millones de personas no será una tarea fácil para Lasso. El año pasado la economía dolarizada se contrajo un 7,8%, su peor resultado desde al menos la década de 1970.
Para gobernar con éxito, Lasso tendrá que establecer una relación de trabajo con la Asamblea Nacional, donde sus partidarios tienen solo 31 de los 137 escaños. También tendrá que llegar a los más de 1,8 millones de ecuatorianos que anularon sus votos, incluidos muchos de los movimientos indígenas.
A Lasso le resultará difícil implementar políticas económicas impopulares, ya que los legisladores de otros partidos serán reacios a gastar su capital político en su nombre, dijo María José Calderón, politóloga de la Pontificia Universidad Católica de Quito.
El presidente electo ha dicho que promoverá políticas que impulsen la inversión y la creación de empleos en el sector privado, y eliminará gradualmente un impuesto al retiro de dinero del país. También ha prometido aumentar el salario mínimo mensual de US$400 a US$500 y supervisar la vacunación de 9 millones de personas contra el covid-19 durante sus primeros 100 días en el cargo.
Con información de las agencias Reuters y Bloomberg
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