Jair Bolsonaro comparó las medidas contra el COVID-19 con la dictadura venezolana

Sin usar tapabocas, el mandatario brasileño volvió a criticar los protocolos que reducen la movilidad en algunas regiones. Sin usar tapabocas, visitó una favela de Brasilia. “La política de ‘quédese en casa’ es una dictadura”, insistió

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El presidente de Brasil, Jair
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, intenta ponerse una mascarilla

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo este sábado que el país está viviendo una “dictadura” por las restricciones que algunas regiones del país han implementado para evitar los contagios por covid y las comparó con las “libertades negadas” por el “régimen” de Nicolás Maduro en Venezuela.

Las declaraciones se dieron durante una visita del líder ultraderechista a una favela localizada en la periferia de Brasilia, donde viven varios ciudadanos venezolanos que huyeron por la crisis económica y social del país vecino. “Ustedes aquí también están viviendo en Brasil una experiencia que parece un poco una dictadura, con esa política de quédese en casa”, aseguró el mandatario brasileño durante el encuentro, que fue transmitido por las redes sociales.

“Pueblo brasileño, mira lo que tienes y lo que puedes perder”, dijo Bolsonaro mientras señalaba a los venezolanos. “Ellos dejaron el régimen que, de a poco, les fue retirando la libertad”, dijo. “Brasil no se va a convertir en una Venezuela, tengan la seguridad de eso”, agregó.

Sin usar tapabocas, el mandatario brasileño volvió a criticar las medidas que reducen la movilidad en algunas regiones del país y dijo que Brasil está “llegando al límite” ya que con esas políticas solo se busca “sofocar” la economía.

Bolsonaro, de 65 años, y quien ya fue contagiado por la covid-19, es uno de los mandatarios más negacionistas frente a la gravedad de la pandemia y desde la llegada del virus al país, hace más de un año atrás, ha cuestionado duramente las medidas de aislamiento social impuestas en mayor o menor grado por los gobernadores de los 27 estados de Brasil.

“Tengo el poder para obligar a un ‘lockdown’ en todo Brasil, con solo utilizar mi pluma, pero no se hará. (...) “Nuestro Ejército nunca saldrá a la calle para obligarlos a quedarse en casa ¡nunca!. Nuestro ejército (no hará) nada en contra de su libertad individual”, enfatizó el mandatario.

Brasil, con sus más de 210 millones de habitantes, atraviesa la peor fase de la pandemia desde que el coronavirus llegó al país, hace poco más de un año, y continúa como la segunda nación del mundo con mayor número de muertes y contagios por el virus. Ya son más de 350.000 los muertos por el virus.

En la última semana registró dos nuevos récords de muertes, ambos con más de 4.000 víctimas, la más alta tasa de fallecidos diarios por la covid-19 en el planeta, actualmente.

Trabajadores entierran a una víctima
Trabajadores entierran a una víctima de covid-19, en el Cementerio Viola Formosa de Sao Paulo (Brasil). EFE/ Fernando Bizerra Jr/Archivo

Pese a las cifras, algunas regiones del país como Río de Janeiro, flexibilizaron las medidas restrictivas la víspera y este es el primer fin de semana, tras diez días cerrados, en que bares, restaurantes, comercios y sitios turísticos volvieron a abrir sus puertas al público.

No obstante, en sitios donde se promueven las aglomeraciones, como las playas y los parques, el acceso está restringido, reglas que no fueron respetadas por varios cariocas este sábado que optaron por tomar el sol en las arenas de las icónicas Ipanema y Copacabana.

Expertos aseguran que la grave situación de la pandemia en Brasil impactará en el corto plazo a los sistemas de salud de Brasilia, Mato Grosso, Santa Catarina, Goiás, Mato Grosso do Sul y Río Grande do Sul, algunos de los cuales ya están colapsados y otros al borde de la crisis.

Según un estudio de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), el mayor centro de investigación médica de América Latina, los próximos días se reflejarán en los hospitales y Unidades de Cuidado Intensivo las las altas tasas de contagios y mortalidad que sufrieron, entre finales de marzo y comienzos de abril, estas regiones.

La demora en la vacunación, que todavía es un proceso que se lleva a cuenta gotas en Brasil, anuncia un panorama todavía oscuro para la potencia suramericana.

De acuerdo con la cartera de Salud, ya se ha distribuido más de 45 millones de inmunizantes en todo el país y más de 25 millones de personas han recibido dosis de alguna de las vacunas contra la covid-19.

De ese total, a unos 19,8 millones de personas -el 9,4 % de la población del país- les fue aplicada la primera dosis y otros 5,5 millones -el 2,6 % del total de habitantes en Brasil- ya recibieron la segunda.

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