La cerrada disputa que se dio en la primera vuelta electoral en Ecuador, el pasado 7 de febrero, para definir quién entraba en segundo lugar al balotaje podría repetirse este domingo entre los dos candidatos presidenciales: Andrés Arauz, el pupilo del ex presidente Rafael Correa, y Guillermo Lasso, el candidato conservador.
Las últimas encuestas otorgaron diferencias estrechas entre los dos candidatos; hasta el sábado, la diferencia era en promedio de entre 1 y 4 puntos a favor de uno u otro, aunque con una tendencia más favorable a Lasso.
Expertos señalan que en una competencia tan reñida el escenario puede variar hasta el último minuto en que cierren las urnas, dependiendo de lo que hayan hecho o dicho los candidatos y de la percepción de los votantes, varios de los cuales deciden su voto a última hora.
En medio de un país polarizado, los ecuatorianos deberán definir si escogen volver al modelo con alta presencia estatal y basado en el gasto público, teniendo como uno de sus financistas al Banco Central, o permiten que continúe el modelo aperturista de libre mercado, que inició, aunque con timidez, el actual presidente Lenín Moreno.
Arauz y Lasso disputan hoy el 48% de los votos que lograron los otros 14 candidatos presidenciales en la primera vuelta, entre los que se incluyen los jóvenes y los indígenas, cuyo candidato Yaku Pérez no logró pasar al balotaje.
Quiénes votan
Unos 13 millones de ecuatorianos están convocados, entre las 7 y las 17 hora local (12 y 22 GMT), para acudir a las urnas a elegir a los sucesores de Lenín Moreno y de la actual vicepresidenta, María Alejandra Muñoz.
La jornada electoral empezó el jueves con el voto de 8.307 personas privadas de la libertad (PPL) sin sentencia condenatoria ejecutada, dentro de 39 centros de privación de libertad, en 20 provincias del país.
Las actas de escrutinio que se utilizarán en los comicios fueron impresas en papel moneda para evitar su mal uso, que sean copiadas o escaneadas; adicionalmente, tendrán un sello tipo holograma que cambia de color y un fondo de agua con las palabras Consejo Nacional Electoral.
Para el balotaje están acreditados 293 observadores internacionales, mientras que 38.000 militares y cerca de 46.000 policías ejecutarán el plan nacional de seguridad.
En Ecuador el voto es optativo para las personas de entre 16 y 18 años, y para las personas mayores a 65 años, al igual que para los integrantes de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional y las personas con discapacidad. Para el resto de los mayores entre 18 y 65 años, es obligatorio.
El proceso electoral se realizará en medio de un fuerte azote de la pandemia de covid-19, que en las ciudades más grandes, incluidas Quito, y Guayaquil, mantiene el sistema de salud completamente saturado, y con el temor de que la jornada de votaciones, pese a las medidas de bioseguridad, incremente aún más el número de contagios.
Arauz llegó al balotaje tras ganar la primera vuelta con el 32,72% de los votos mientas que Lasso lo hizo con el 19,74%, tras disputar, voto a voto, el segundo lugar con el candidato del movimiento indígena, Yaku Pérez, que consiguió el 19,39% del favor de los electores.
Arauz, el delfín de Rafael Correa
Andrés Arauz, el pupilo de 36 años del ex presidente Rafael Correa, dice que quiere llegar a la Presidencia de su país para “recuperar el futuro”, lo que en buen romance significa recuperar el poder para el movimiento político del ex mandatario.
Aunque para el balotaje Arauz trató de marcar distancia con Correa, un buena parte de su campaña de primera vuelta se realizó basada en la imagen del polémico ex mandatario y su gobierno; en el cierre de la campaña para la segunda vuelta, no evitó evocar al gobierno de Correa y hablar de continuar el proyecto “progresista” iniciado por él, aunque aseguró que hay un recambio generacional dentro del movimiento político al que pertenece, la Revolución Ciudadana, cuyo máximo líder es Correa.
Con apenas 22 años, en el gobierno de Correa, Arauz se vinculó a la función pública, primero como asesor del Ministerio Coordinador de Política Económica, y luego al Banco Central del Ecuador, en el que fue funcionario por 12 años y cinco meses, hasta que en mayo de 2020 fue desvinculado de la entidad y recibió una indemnización de US$27.583 dólares.
En días pasados, medios locales revelaron que del tiempo en que Arauz fue funcionario del Banco Central, 10 años y cinco meses tuvo licencias de estudio y comisiones de servicio, sin sueldo, en las que ejerció los cargos de Coordinador de Talento Humano, director General del Servicio Nacional de Contratación Pública, subsecretario General de Planificación para el Buen Vivir y ministro de Cultura encargado.
Arauz lleva como candidato a vicepresidente al periodista Carlos Rabascal.
Lasso, el ex banquero que busca por tercera vez la Presidencia
El ex banquero guayaquileño de 65 años ya cuenta con intentos fallidos por llega al Palacio de Carondelet: en su primer intento, en 2013 perdió las elecciones con Correa, que fue reelegido con más del 57 por ciento de los votos, frente a poco más del 22 por ciento de los sufragios que obtuvo Lasso.
En 2017 perdió con el actual presidente Lenín Moreno, que en esa época era discípulo y amigo de Correa, de quien posteriormente se distanció.
Lasso comenzó a trabajar a los 15 años, cuando su padre no pudo seguir pagándole los estudios por la situación económica; posteriormente fue presidente del Banco de Guayaquil, uno de los más importantes del país, por un período de 20 años.
Estudió en un afamado Colegio Católico de Guayaquil, el San José La Salle, en cuyas aulas se educaron los expresidentes Otto Arosemena, Alfredo Palacio y el propio Rafael Correa.
El candidato presidencial se inició en la política a los 43 años, cuando en el Gobierno de Jamil Mahuad fue gobernador de la provincia de Guayas durante un año, y posteriormente superministro de Economía por 37 días, en 1999.
Lasso dice que este domingo los ecuatorianos decidirán entre el pasado que llevó a Ecuador a la actual crisis económica, representado por Arauz, y las soluciones que él ofrece para lograr un Ecuador de oportunidades para todos, basado en la línea aperturista.
Para la segunda vuelta, Lasso incorporo a su discurso temas relativos a equidad laboral y de género, defensa de la naturaleza y animales; combate a la discriminación por orientación sexual.
El binomio presidencial de Lasso se completa con el médico cuencano Alfredo Borrero.