Brasil reportó este lunes 28.645 casos positivos de COVID-19 durante las últimas 24 horas y el total de casos confirmados su´peró los 13 millones (en concreto, 13.013.601) en momentos en que el gigante sudamericano continúa como el epicentro global de la pandemia y vive el peor momento sanitario desde que el virus arribó al país hace poco más de un año.
De acuerdo con el último boletín del Ministerio de Salud, el número de muertes por el coronavirus en Brasil también continúa en ascenso y el total de fallecidos ya suma 332.752, con 1.319 víctimas reportadas en la última jornada. Brasil, con sus más de 210 millones de habitantes, es el segundo país del mundo con mayor número de muertes y contagios, detrás de Estados Unidos.
El número de fallecidos y de contagios registrados este lunes son menos de la mitad de los contabilizados el viernes pasado cuando se reportaron más de 70.000 casos y cerca de 3.000 víctimas por el COVID-19. Sin embargo, las cifras pueden ser mayores debido a los festivos que conmemoraron la Semana Santa y a que este lunes no fueron incluidos los datos del estado de Ceará, por problemas técnicos.
Desde el viernes, las cifras de la pandemia han menguado en el país, pero ello es habitual durante los fines de semana por la reducción del personal que procesa los datos durante estos días.
Mientras que el jueves 1 de abril se registraron cerca de 3.800 muertes y más de 91.000 contagios, este lunes fueron reportadas unas 1.300 víctimas y cerca de 29.000 casos confirmados por el virus.
Estos datos también han disminuido los promedios de fallecidos e infectados en el país, con 2.698 óbitos y 62.855 contagios diarios, en la última semana, frente a los 3.117 óbitos y 77.129 casos de covid que llegaron a reportarse una semana atrás.
Se espera un repunte de víctimas y casos para este martes, pues los hospitales de gran parte del país se encuentran colapsados y solo hasta dentro de unas dos semanas se verán los efectos de las medidas adoptadas en los últimos días por las principales regiones del país, como San Pablo y Río de Janeiro para contener el virus.
No obstante, las autoridades temen un nuevo repunte tras la Semana Santa. Pese a los decretos dictados por gobernadores y alcaldes para restringir la circulación de personas, un juez del Tribunal Supremo de Brasil autorizó la celebración de misas y cultos en todo el país este Domingo de Resurrección pese a la crítica situación.
El empeoramiento de la crisis sanitaria coincide además con el lento proceso de vacunación en Brasil ante la falta de dosis disponibles.
En ese contexto, el director del Instituto Butantan, el mayor fabricante de vacunas contra el COVID-19 en Brasil, Dimas Covas, advirtió que los próximos 15 días serán dramáticos en el país. “Estamos en un momento en que la velocidad de transmisión todavía es muy alta. Abril va a ser dramático para Brasil”, afirmó Covas en una entrevista al diario Valor Económico.
Según el médico, la nación sudamericana camina hacia los 4.000 muertos diarios por covid-19 y podría sobrepasar la trágica barrera de los 5.000 decesos por día.
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