Brasil registró este domingo 31.359 casos de covid-19 en las últimas 24 horas, por lo que el total de casos asciende a 12.984.956 desde el inicio de la pandemia, informó este domingo el Gobierno.
Según el último balance del Ministerio de Salud, en el último día fueron contabilizadas 1.240 muertes, mientras que el acumulado de decesos llega a los 331.433.
El número de casos y muertes por coronavirus notificados en el último día es el menor de toda la semana. No obstante, las autoridades han reiterado que las cifras suelen ser más bajas los fines de semana debido a la falta de personal para registrar los datos.
La media de infecciones diarias en los últimos 7 días cayó hasta los 64.324, tras haber alcanzado un pico de 77.000 a finales del mes de marzo. La media de muertes, por su parte, bajó a las 2.747, después de haber superado las 3.000 diarias.
De acuerdo con el boletín, la tasa de mortalidad es de 157,7 por cada 100.000 habitantes, mientras que la incidencia se sitúa en 6.179 por cada 100.000 habitantes.
Tras las medidas de restricción impuestas en las últimas semanas por las autoridades de diversas ciudades del país, entre ellas Sao Paulo y Río de Janeiro, la curva epidemiológica registró un leve descenso, aunque los especialistas temen un nuevo repunte tras la Semana Santa.
Pese a los decretos dictados por gobernadores y alcaldes para restringir la circulación de personas, un juez del Tribunal Supremo de Brasil autorizó la celebración de misas y cultos en todo el país este Domingo de Resurrección, pese a la crítica situación de la pandemia.
El empeoramiento de la crisis sanitaria coincide además con el lento proceso de vacunación en Brasil ante la falta de dosis disponibles.
En ese sentido, el director del Instituto Butantan, el mayor fabricante de vacunas contra la covid-19 en Brasil, Dimas Covas, advirtió que los próximos 15 días serán dramáticos en el gigante latinoamericano.
“Estamos en un momento en que la velocidad de transmisión todavía es muy alta. Abril va a ser dramático para Brasil”, afirmó Covas en una entrevista al diario Valor Económico.
Según el médico, la nación sudamericana camina hacia los 4.000 muertos diarios por covid-19 y podría sobrepasar la trágica barrera de los 5.000 decesos por día.
En la megalópolis de San Pablo, la más afectada por la enfermedad en muertes e infecciones, el número de entierros aumentó en un 60% en marzo en comparación con el mismo mes de 2020. Se trata de datos proporcionados por la funeraria municipal, que considera camposantos tanto públicos como privados, así como los crematorios.
No solo eso: uno de los cementerios más grandes de la ciudad de 12 millones de habitantes, el Nova Cachoeirinha, ha suspendido todos los entierros por falta de espacio. Así lo denunció el Sindicato de Trabajadores de la Administración Pública del Municipio (Sindsep), según el cual “las sepulturas antiguas de más de 3 años deben ser exhumadas para crear otras nuevas”.
Por su parte, más de 500 pacientes han muerto en ese estado desde el inicio de la pandemia mientras esperaban un lugar en cuidados intensivos. Según un recuento realizado por el sitio informativo G1, el número total de pacientes de covid-19 que han fallecido por falta de camas en las salas de reanimación del estado más afectado de Brasil son 507 desde el inicio de la emergencia sanitaria. De estos, 271 estaban registrados en la capital y otros 236 en el resto del estado.
Actualmente hay 709 pacientes con Covid-19 esperando cama en cuidados intensivos en el estado más rico y avanzado del país, reveló esa fuente.
Con información de EFE y ANSA
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