Las autoridades sanitarias de Brasil reportaron este martes de un nuevo récord de muertes por COVID-19, con 3.780 en las últimas 24 horas, y 84.490 nuevos contagios. El gigante latinoamericano acumula 12.658.109 de contagios y 317.646 fallecimientos.
Según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el último mes el coronavirus convirtió a Brasil en el nuevo epicentro de la pandemia, con récords de fallecimientos y contagios casi diarios.
Aunque Estados Unidos sigue liderando la lista de países con mayor número de casos acumulados (casi 30 millones) y de fallecimientos (más de 540.000), Brasil, sin embargo, tiene unos 210 millones de habitantes, frente a los 328 millones de Estados Unidos.
Este récord diario llega en una semana en la que Sao Paulo, la ciudad más poblada del país, así como Río de Janeiro se encuentran con sus actividades muy restringidas por el festivo decretado por sus autoridades municipales y que rige desde el viernes pasado.
El período festivo, que implica el adelantamiento de fiestas programadas para lo que resta del año para 2022, encadenará con el Viernes Santo, festivo nacional en Brasil, y con el fin de semana siguiente.
Pero, a pesar de los continuos llamamientos de las autoridades para evitar el contacto aglomeraciones y fiestas colectivas, solo en Sao Paulo durante el pasado fin de semana las fuerzas policiales detectaron 450 puntos donde había una aglomeración de personas con un número mayor del permitido.
Y como mala señal sobre el grado de cumplimiento de estas restricciones en el estado de Río de Janeiro, en la localidad de Itaipava, el gobernador en ejercicio, Claudio Castro, ofreció el pasado domingo una fiesta privada de cumpleaños “muy concurrida” en su vivienda.
Según imágenes difundidas por medios locales, en su residencia se vio a gente sin mascarillas y una docena de vehículos a la puerta de su residencia. Ello a pesar de que, dos días antes, Castro pidió a los habitantes de Río de Janeiro que se quedaran en casa porque “no es el momento para fiestas”.
Su oficina de prensa salió al paso de estas publicaciones y precisó que a la fiesta de cumpleaños del gobernador interino asistieron solo familiares y que los vehículos a la puerta eran de éstos y de su escolta.
En Brasilia, y después de quince días en que solo se permitieron las “actividades esenciales”, el comercio y otros sectores volvieron a funcionar desde este lunes, aunque con limitaciones de horarios. Las autoridades de la capital han mantenido el toque de queda nocturno impuesto hace dos semanas, pero han relajado el resto de las medidas restrictivas, pese a que la curva pandémica sigue en ascenso y descontrolada, con hospitales saturados y camas de unidades de cuidados intensivos (UCI) ocupadas en un 95 %.
Mientras tanto, el proceso de vacunación lleva un retraso respecto a las fechas programadas, y hasta hoy sólo ha recibido la primera dosis un 10% de la población y la segunda el 3%.
La vacunación se está haciendo en su mayoría con la vacuna Coronavac, que procede del laboratorio chino Sinovac, y en menor proporción con la Covishield, de la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca y la universidad británica de Oxford.
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