Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay, recibió este lunes la primera dosis de la vacuna de Sinovac contra el COVID-19 en el Hospital Maciel de Montevideo, centro de salud donde también recibirá la segunda inoculación en cuatro semanas, el 26 de abril
“Gracias por el profesionalismo y la dedicación a todo el equipo de vacunadores del país”, escribió en su cuenta de Twitter al mostrar la imagen del momento de la inyección.
El presidente, de 47 años, había prometido que no adelantaría su lugar en la espera por la inmunización. “Cuando me toque y con la que me toque”, sostuvo cuando fue consultado por el tema. Desde este lunes, por la denominada Semana de Turismo, el gobierno habilitó 170 mil cupos para adultos entre 18 y 70 años, en paralelo a la vacunación de adultos mayores, con el objetivo de que comercios pequeños y medianos no sientan tanto las consecuencias de la inactividad por pandemia y continúen con sus puertas abiertas
A su llegada, Lacalle Pou escuchó los reclamos de trabajadoras del hospital -que le entregaron una carta con peticiones- y se encontró con un cartel que decía: “Sr. presidente: la salud es insalubre”.
Uruguay ya vacunó con la primera dosis a más de medio millón de personas, casi el 15% de la población. En términos proporcionales, solo está por debajo de Chile y Estados Unidos en el continente americano.
Al salir del hospital, Lacalle Pou declaró a la prensa local que no planea nuevos confinamientos pese al alarmante incremento de contagios, internaciones y fallecimientos. “El gobierno no va a establecer la cuarentena obligatoria porque no cree que en un Estado policíaco, porque no cree que haya que aplicar medidas prontas de seguridad. Si ese es el final de todo el camino, no va a haber cuarentena obligatoria”, expresó.
Según sostuvo, “todos los uruguayos saben qué se puede hacer y qué no”, y aseguró que los contagios se dan solo en situaciones en las que no se respetan los protocolos sanitarios. “Nosotros hemos cuidado la salud pero si, además, hay algunas medidas que pueden no tomarse sin atentar contra la salud y que la economía de los uruguayos siga andando, adelante”, aseveró.
Sin embargo, el mandatario reconoció que Uruguay vive un momento “complicado” a nivel sanitario, ya que la pandemia está “presionando sobre la última barrera que son los CTI (Centros de Terapia Intensiva)”. La ocupación de camas de los CTI entró el domingo en la denominada zona roja. “Es la preocupación más grande que tiene el Gobierno”, admitió.
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