Brasil volvió a registrar este lunes más de mil muertos por coronavirus en las últimas 24 horas. Según datos del Ministerio de Salud, el número de decesos fue de 1.660, llegando a un total de 313.866.
La cifra de contagios diarios, en tanto, fue de 38.927, con un total de 12.573.615 desde el inicio de la pandemia.
Con estos números, y en medio de una nueva ola del coronavirus, Brasil es el segundo país del mundo más afectado por la pandemia, sólo detrás de Estados Unidos.
Las cifras, no obstante, muestran una fuerte caída en relación a los últimos días, en los que el número de muertos en 24 horas llegó a superar los 3.600. Los números de este lunes son similares a los reportados el fin de semana, cuando suelen bajar las cifras de casos y muertos porque, según el propio Ministerio de Salud brasileño, se reduce el personal responsable de procesar los datos.
Según advirtieron varios especialistas, esta nueva y virulenta ola que sufre el país sudamericano puede acelerar aún más en las próximas semanas, por la circulación de nuevas variantes mucho más agresivas.
Para intentar atajar la expansión del virus, las principales ciudades del país han ordenado interrumpir todas las actividades que son consideradas no esenciales e incluso, en otras como Sao Paulo y Río de Janeiro, se ha anunciado un festivo de diez días que comenzó el pasado viernes e incluirá la Semana Santa.
Pese a que los últimos dos días la población de Río de Janeiro había respetado la prohibición de ir a la playa, este domingo, un día soleado y de fuerte calor, las cosas cambiaron y la Policía tuvo que intervenir para expulsar a cientos de personas que intentaban permanecer en las arenas de Copacabana, Ipanema y Leblón.
También en varias ciudades del país, las autoridades allanaron decenas de locales en los que se celebraban fiestas clandestinas, que en algunos casos llegaron a reunir a cientos de personas y que, en su mayoría, fueron convocadas a través de las redes sociales.
En otras ciudades, como Belo Horizonte, hubo algunas protestas, pero de comerciantes que exigían poner fin a las restricciones a las actividades económicas, que en esa y en otras capitales regionales estarán en vigor hasta que concluya la Semana Santa.
Por su parte, el gobernador del estado de Sao Paulo, Joao Doria, admitió este lunes que la vacuna contra el coronavirus “100 % nacional” que iba a producir un instituto paulista será desarrollada a partir de las investigaciones de un hospital estadounidense.
En un anuncio que acaparó gran atención en los medios de comunicación, Doria dio a conocer el pasado viernes que el Instituto Butantan estaba pidiendo autorización para fabricar desde mayo próximo una vacuna, la primera brasileña, llamada ButanVac.
“Es un anuncio histórico para el mundo”, afirmó en esa ocasión el gobernador, al presentar la vacuna contra el nuevo coronavirus delante de un panel con la bandera de Brasil y el mensaje “Butanvac, la vacuna 100 % nacional”.
Horas después, sin embargo, el Instituto Butantan reconoció que el hospital Mount Sinai, de Nueva York, era la institución responsable de concebir la tecnología para producir en Brasil la vacuna anticovid mencionada.
Este lunes, al ser consultado al respecto por los periodistas, Doria admitió que desconocía esa información, pero insistió en la necesidad de utilizar “todas las alternativas en Brasil y en el mundo” para combatir la pandemia de coronavirus.
“Lo importante es tener una vacuna. Si tiene tecnología internacional, esto es positivo”, afirmó Doria, un fuerte rival político del presidente Jair Bolsonaro, con quien mantuvo fuertes cruces desde el inicio de la pandemia por las medidas adoptadas para contener la propagación del virus.
El Instituto Butantan fabrica en Brasil una vacuna contra el coronavirus que procede del laboratorio chino Sinovac y actualmente es la más utilizada en el país.
Con información de EFE
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