Anvisa, el regulador de salud de Brasil, dijo el domingo que suspendió el plazo para analizar una solicitud para el uso de emergencia de la vacuna contra el coronavirus Sputnik V de Rusia. En un comunicado en su sitio web, Anvisa aseguró que União Química, la empresa que fabricará las inyecciones en Brasil, no presentó la documentación necesaria.
“A pesar de la suspensión del plazo, Anvisa continúa el análisis de las demás informaciones presentadas por União Química”, dijo en su comunicado.
De acuerdo al sitio web de Anvisa, el plazo del regulador para estudiar pedidos de uso de emergencia es de siete o 30 días hábiles.
Brasil se sumó este viernes al club de las naciones productoras de su propia vacuna contra la covid, con el fin de hacerle frente a una pandemia. Con pocas horas de diferencia y desde bandos políticos distintos, el estado de Sao Paulo y el Gobierno de Jair Bolsonaro anunciaron que están desarrollándose paralelamente dos vacunas contra la covid-19, aunque pasarán varios meses antes de que puedan ser utilizadas.
En una rueda de prensa a primera hora de este viernes, el gobernador paulista, Joao Doria, rival de Bolsonaro, fue el primero que anunció la nueva vacuna local, bautizada con el nombre de Butanvac, y dijo que se espera que comience a aplicarse en julio próximo.
“Es un anuncio histórico para el mundo”, afirmó Doria en una rueda de prensa delante de un panel con el nombre de la nueva vacuna al lado de la bandera de Brasil y el mensaje “Butanvac, la vacuna 100 % nacional”.
El Instituto Butantan ya produce en Brasil la vacuna Coronavac, del laboratorio chino Sinovac, la más utilizada en el país y que se aplica en el 90 % de las ocasiones en el incipiente proceso de vacunación del gigante suramericano.
Brasil también produce la vacuna de AztraZeneca-Oxford desde el Instituto FioCruz, vinculado con el Gobierno federal.
Y horas después, representantes del Gobierno de Bolsonaro dieron cuenta de las gestiones para conseguir otra vacuna, desarrollada por una universidad brasileña y que ya ha presentado el permiso para realizar test. “No tiene que ver un hecho con otro. Puede hasta ser una coincidencia (que se anuncie el mismo día), pero es muy bueno para el país, porque tenemos que tener vacunas nacionales”, afirmó el ministro de Ciencia y Tecnología, Marcos Pontes.
Colapso
307.112 brasileños han muerto de Covid-19 desde el inicio de la pandemia, según datos del gobierno, una cifra de muertos mayor que la de cualquier otro país, aparte de Estados Unidos. En las últimas semanas, Brasil ha superado a Estados Unidos en número de infecciones y muertes diarias, convirtiendo su brote de Covid-19 en el peor del mundo.
El país, de 212 millones de habitantes, enfrenta el “mayor colapso sanitario y hospitalario” de su historia, según la Fundación Fiocruz. De los 27 estados, 25 tienen una ocupación igual o superior al 80% en las UCI. Y la internación de una población más joven aumenta la presión.
En 18 estados hay escasez de fármacos como los bloqueadores neuromusculares, que se utilizan cuando los pacientes están conectados a respiradores. En seis estados el suministro de oxígeno es peligrosamente bajo, según el Ministerio de Sanidad. El Foro Nacional de Gobernadores advierte que la escasez amenaza con provocar “un colapso dentro del colapso”.
La variante descubierta por primera vez en la ciudad de Manaos, en el oeste del país, ha sido la responsable del aumento espectacular de las infecciones y las muertes, y se ha detectado en Estados Unidos, Europa y otras partes de América Latina.
Los vecinos del país están cerrando sus puertas de golpe. Perú, Colombia y Argentina suspendieron los vuelos desde el país. Sólo dos de los diez principales países de destino de los brasileños siguen abiertos para ellos. “Si Brasil no se toma en serio, seguirá afectando a toda la vecindad allí y más allá”, advirtió Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud.
Con información de Reuters y EFE
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