Un policía se enfrentó a los tiros con 20 delincuentes que pretendían robar un vehículo en Chile

Un solitario agente de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) se enfrentó a unos 20 delincuentes luego de que estos intentaran realizar un robo bloqueando el paso de la víctima.

Estas “encerronas” son un delito común que consiste en que uno o más vehículos en movimiento acorralan el automóvil de la persona para asaltarla mientras circula por la carretera.

Según la información entregada por la policía civil, dos camionetas particulares se trasladaban por una vía de la comuna de Pudahuel, en Santiago, cuando fueron interceptadas por al menos cinco autos.

De estos vehículos descendieron al menos 20 sujetos, todos con poder de fuego y chalecos antibalas. Esto provocó la reacción del detective, quien se presentó y luego recibió disparos en su contra.

El policía respondió entonces con su arma de servicio, logrando que los delincuentes huyeran del lugar sin lograr el objetivo que se habían planteado: robar los dos vehículos particulares.

“Yo cuando vi al caballero de la PDI repeler miraba por el retrovisor a los tipos cobardes subiéndose a sus autos… como no pudieron cometer el delito que querían. No alcanzamos a tener contacto, solo los balazos más que nada”, manifestó uno de los afectados

Pero no todo termina ahí, ya que el grupo escapó en tres de los cinco autos que llegaron en un inicio. Tras analizar los dos que dejaron en el lugar, la policía descubrió que el clan portaba más chalecos antibalas, miguelitos, hardware de comunicación y otros elementos para cometer delitos.

“Encerronas”, un problema difícil de abordar

Hasta febrero de este año, según las autoridades, se han registrado 561 delitos de este tipo. Mientras que las cifras entregadas por la Subsecretaría de la Previsión del Delito en Chile, durante el pasado 2020, se registraron 6.236 delitos que encajan en esta categoría.

La última cifra es una realidad que preocupa al gobierno, ya que 3.538 casos corresponden a “portonazos” y 2.698 a “encerronas” ejecutadas principalmente en áreas como carreteras y autopistas.

Las autopistas son un terreno ideal para las “encerronas”, ya que ocurren en el momento menos esperado, son sorpresivas, y suceden en lugares donde se transita a alta velocidad, tal como se registró en el siguiente video.

Las pequeñas víctimas de las “encerronas”

La noche del domingo 28 de febrero de este año, las “encerronas” cobraron la vida de dos menores de edad, Tamara e Itan. Ambas muertes impactaron a Chile, y fue un recordatorio de lo cruel que pueden ser estos delitos.

La muerte de Tamara, de tan solo 5 años de edad, se produjo a las 22 horas de ese domingo 28 de febrero, en la comuna de Huechuraba, en Santiago. Allí, ella y su madre fueron víctimas de una “encerrona” cuando un grupo de sujetos detuvieron el vehículo en el que la familia transitaba, siendo alcanzada la menor con un disparo en el pecho.

En conversación con Infobae días después de la muerte de su hija, el padre de Tamara, Raúl Godoy, exigió al Presidente Piñera que se reponga la pena de muerte en casos como estos, ya que los tipos que dieron muerte a su hija son unas “bestias”, y estos tienen la posibilidad de repetir un homicidio como este.

“Yo soy el más interesado en buscar justicia porque estas bestias están en la calle, están libres. Eso es lo que son, bestias, y hay un riesgo de que vuelvan a hacer lo que le hicieron a mi hija”, indicó el padre.

Volviendo a lo ocurrido durante esa noche del 28 de febrero, el pequeño Itan, de 6 años de edad, también falleció en circunstancias similares. Su muerte ocurrió en la comuna de Maipú, cuando transitaba con su madre y sus hermanos a bordo de un vehículo, cuando se cruzaron en una balacera entre Carabineros y delincuentes tras una “encerrona”, en donde Itan recibió una mortal herida de bala por parte de un funcionario policial.

Ambas muertes generaron una movilización social que se expresó mediante marchas por Santiago exigiendo la legislación de la “Ley Tamara”, la cual busca tipificar las “encerronas” como un delito, y endurecer las penas que podrían llegar hasta el presidio perpetuo. A pesar del impacto de estos casos, no se ha informado de avances en la tramitación de este proyecto.

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