Brasil registró más de 90.000 casos positivos de COVID-19 en las últimas 24 horas, un nuevo récord diario

El país sudamericano también contabilizó 2.648 muertes, la segunda cifra más alta desde el comienzo de la pandemia tras los 2.841 decesos del martes

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Un cementerio en la ciudad brasileña de Manaos. (Foto: Michael DANTAS / AFP)
Un cementerio en la ciudad brasileña de Manaos. (Foto: Michael DANTAS / AFP)

Brasil registró este miércoles más de 90.000 casos positivos de COVID-19, un nuevo récord diario desde el comienzo de la pandemia. De esta manera, la cifra total en el país sudamericano se acerca a los 11,7 millones de positivos, la segunda más alta a nivel global por detrás de los Estados Unidos.

El último reporte del ministerio de Salud también da cuenta de 2.648 muertes, el reporte más alto en un día tras el récord de 2.841 decesos registrados el lunes y se acerca a los 285.000.

Los más de 90.000 contagios confirmados en el actual epicentro global de la pandemia superaron los 87.840 notificados el pasado 7 de enero y los 85.660 casos de covid contabilizados el 12 de marzo, que eran hasta ahora los mayores para un día.

El Consejo Nacional de Secretarios de Salud, que publica los informes, explicó además que el martes no se contabilizaron 501 muertes y 9.331 casos positivos, por lo que fueron agregados al reporte del miércoles. No obstante, no corresponden a casos detectados en las últimas 24 horas. Al agregarlos al conteo del martes, la cifra de muertes asciende a 3.342 y la de contagios a 93.257. La primera sería un récord más amplio, y la segunda superaría a la cifra de hoy.

El promedio de muertes en la última semana, en tanto, se elevó a 2.017. El de contagios llegó a los 70.219 casos en un solo día. Ambos récords. De acuerdo con el balance de la cartera, la tasa de letalidad por covid se mantuvo en 2,4 por ciento, la de mortalidad subió a 135,5 decesos por cada 100.000 habitantes y la de incidencia se ubicó en 5.564,6 contagiados en la misma proporción poblacional.

El aumento de víctimas mortales era esperado en el gigante sudamericano, donde la falta de cupos en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) hacen que el país viva el mayor colapso sanitario y hospitalario de su historia, según datos oficiales.

En 25 de los 27 estados del país las tasas de ocupación de las UCI son iguales o superiores al 80 %, y en 19 ciudades capitales, que son las que concentran mayor población, estas unidades especializadas sobrepasaron el 90 % de su capacidad. En marzo, tres estados han registrado sendos récords de muertes: Paraná (2.245 víctimas), Santa Catarina (1.600) y Río Grande do Sul (3.214).

Un paciente de COVID-19 es trasladado a la unidad de cuidados intensivos en Brasil. Foto: REUTERS/Amanda Perobelli
Un paciente de COVID-19 es trasladado a la unidad de cuidados intensivos en Brasil. Foto: REUTERS/Amanda Perobelli

La situación es de aún mayor alarma en Porto Alegre, capital de este último estado y que concentra el mayor número de habitantes de la región. La demanda de UCIs en los hospitales superó hoy la capacidad en un 114 por ciento.

Numerosos expertos y entidades han manifestado su preocupación por la situación sanitaria del país, entre ellos los líderes de la Organización Mundial de la Salud. “La situación es profundamente preocupante y las medidas que se deben tomar deben ser lo más serias posibles para lograr un progreso significativo”, advirtió el viernes pasado Tedros Adhanom Gebreyesus, director de la OMS. También han exteriorizado su preocupación autoridades de los países que limitan con el gigante sudamericano.

El designado nuevo ministro de Salud, Marcelo Queiroga, dijo junto al titular saliente Eduardo Pazuello que la principal estrategia para combatir la enfermedad será la campaña de vacunación, por lo que los resultados se verán a mediano o largo plazo.

Pazuello y Queiroga acudieron a la sede de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), vinculada al Ministerio, para recibir el primer lote de 500.000 vacunas producidas por el considerado mayor centro de investigación en salud de América Latina. Fiocruz está produciendo en sus plantas en Río de Janeiro el inoculante desarrollado AstraZeneca y la Universidad de Oxford.

En declaraciones públicas, ambos defendieron también medidas inmediatas como el distanciamiento social, pese a que lestas son criticadas por el presidente Jair Bolsonaro. No obstante, no abundaron en detalles con respecto a alguna implementación.

Lo que la sociedad quiere ahora es la reducción de la mortalidad, la reducción de las hospitalizaciones y el control de la pandemia a través de un programa de vacunación exitoso”, afirmó Queiroga.

El cardiólogo Marcelo Queiroga, quien fue nombrado como nuevo ministro de Salud, habla en la sede del ministerio en Brasilia, Brasil. Marzo 16, 2021. REUTERS/Ueslei Marcelino
El cardiólogo Marcelo Queiroga, quien fue nombrado como nuevo ministro de Salud, habla en la sede del ministerio en Brasilia, Brasil. Marzo 16, 2021. REUTERS/Ueslei Marcelino

Fiocruz anunció que esta semana entregará un millón de vacunas producidas en sus instalaciones y que a partir de abril comenzará a entregar seis millones de dosis por semana hasta completar 100 millones en junio o julio.

Por su parte, el Instituto Butantan, vinculado a la gobernación del estado de Sao Paulo, produce desde hace algunas semanas la vacuna desarrollada por el laboratorio chino Sinovac.

“Este momento es apropiado en cuanto a nuestra capacidad de combatir la pandemia. Es un momento de inflexión”, dijo Pazuello al destacar que, con la producción local finalmente estabilizada tras algunos atrasos, Brasil, que hasta ahora ha vacunado 10 millones de personas (4,8 % de la población) y podrá acelerar el proceso.

Brasil también anunció esta semana la compra de 100 millones de dosis del inoculante de Pfizer y 38 de la fórmula de Johnson & Johnson.

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