La Comisión Europea advirtió este domingo que acompaña los “acontecimientos preocupantes” en Bolivia, a raíz del arresto de la ex presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, y de dos de sus ministros, por los eventos que promovieron la caída del gobierno de Evo Morales en 2019.
En una nota, la oficina del jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, recordó que “en los últimos días se han dictado órdenes de aprehensión en Bolivia contra la ex presidenta Áñez, ministros de su gobierno interino y otras exautoridades”.
“Estos son acontecimientos preocupantes que seguimos de cerca. Las denuncias vinculadas a los hechos de 2019 deben ser atendidas en el marco de un proceso judicial transparente y sin presiones políticas, con pleno respeto a la independencia de los poderes”, apuntó la nota.
De acuerdo con la oficina de Borrell, los desafíos políticos que enfrente Bolivia “requieren unidad y objetivos comunes. La UE espera que las diferencias políticas se resuelvan mediante el diálogo y la reconciliación con el fin de preservar la estabilidad política y el respeto de los derechos humanos”.
“La UE seguirá apoyando a Bolivia en este esfuerzo”, acotó.
Áñez, de 53 años, fue arrestada el sábado en la ciudad de Trinidad, en el departamento de Beni, después de la detención de sus ex ministros Álvaro Coímbra (Justicia) y Rodrigo Guzmán (Energía), todos acusados de sedición, terrorismo y conspiración.
Este domingo, la fiscalía boliviana solicitó la detención preventiva de seis meses en cárceles de La Paz para la ex presidenta transitoria y sus dos exministros.
El sábado, desde un cuartel de la Policía en La Paz, envió cartas a UE y a la Organización de Estados Americanos para que envíen misiones de observadores para seguir este caso en su país.
El objetivo es que “evalúen de manera objetiva e imparcial, la ilegal aprehensión de la cual hemos sido víctimas mi persona y mis dos ex ministros, el viernes y la madrugada de este sábado”, escribió Áñez en la misiva.
Áñez considera su detención “un acto de abuso y persecución política” del gobierno del presidente Luis Arce, por haberla acusado “de haber participado en un golpe de Estado que nunca ocurrió” y en el marco de un proceso que “no tiene ni pies ni cabeza”, dijo en varias declaraciones en redes y a la prensa.
En 2019, luego de masivas protestas en todo el país, Morales perdió el apoyo de los sindicatos, la policía y las Fuerzas Armadas, y terminó por presentar su renuncia. Áñez asumió la presidencia de Bolivia en noviembre, cargo que ejerció hasta noviembre de 2020.
De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las protestas de 2019 dejaron un saldo de unos 35 muertos y un elevado número de heridos.
(Con información de AFP)
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