El ministro de Salud de Brasil, Eduardo Pazuello, reconoció este miércoles que el país vive “un grave momento de la pandemia” de coronavirus y anunció que el Gobierno pretende adquirir 138 millones de dosis de las vacunas desarrolladas por el consorcio Pfizer-BioNTech y Janssen, la filial de Johnson & Johnson.
“Hoy es un día difícil para todos los brasileños. Hemos alcanzado un grave momento de la pandemia. Las variantes del coronavirus nos golpean de forma agresiva”, expresó el ministro, al lamentar el récord de 1.910 fallecidos por COVID-19 en un único día, tras mantener una reunión con representantes de los laboratorios.
Pazuello aseguró que su cartera “está trabajando firmemente para cambiar ese cuadro” y celebró los avances para la adquisición de 138 millones de dosis de vacunas anticovid a partir de mayo próximo, con las que confía en acelerar el proceso de vacunación iniciado en todo el territorio brasileño en enero.
“Tratamos con Pfizer y Johnson & Johnson para que tengamos a partir de mayo próximo 138 millones de dosis de vacunas más para inmunizar nuestra población a través del programa nacional de inmunización”, subrayó.
De ese total, 100 millones de dosis corresponden a la fórmula desarrollada por la farmacéutica estadounidense Pfizer en conjunto con la alemana BioNTech, que ya cuenta con el registro definitivo para su uso masivo en Brasil, otorgado la semana pasada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador).
Las otras 38 millones de dosis se refieren al antídoto de Janssen, que llegó a realizar estudios clínicos de fase III en Brasil.
Según Pazuello, las negociaciones fueron posibles gracias a la aprobación por el Congreso, la víspera, de un proyecto de ley que flexibiliza la compra de vacunas y prevé que los gobiernos podrán ser responsabilizados por eventuales efectos adversos provocados por la aplicación de los antídotos.
“Ahora será posible incorporar nuevas vacunas que antes poseían impeditivos legales”, explicó el titular de Salud, quien agregó que los contratos deberán ser formalizados en los próximos días.
El Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, uno de los gobernantes más negacionistas sobre la gravedad de la pandemia, negociaba desde hace meses la compra de vacunas con Pfizer, pero las conversaciones no avanzaron debido a algunas cláusulas del contrato.
“Estamos felices de dar continuidad a esa negociación de forma que podamos traer nuestra vacuna a la población brasileña”, señaló en un comunicado la presidenta de Pfizer en Brasil, Marta Díez.
El Ministerio de Salud prevé que las primeras dosis de Pfizer deberán llegar al gigante latinoamericano a finales del primer semestre.
En cuanto a la fórmula desarrollada por Janssen, Brasil confía en recibir 16,9 millones de dosis entre julio y septiembre y otras 21,1 millones hasta diciembre.
“Estamos trabajando fuertemente para que hasta finales de este año los mayores de 18 años que pueden ser vacunados sean vacunados”, garantizó Pazuello.
Brasil vive su pico más intenso de la pandemia desde la confirmación del primer caso de COVID-19, el 26 de febrero de 2020.
Desde hace cerca de un mes y medio el promedio de decesos diarios por el virus no baja del millar y el de contagios se sitúa por los 50.000.
El recrudecimiento de la enfermedad ha dejado a la mayoría de los estados brasileños al borde del colapso sanitario debido al repunte de hospitalizaciones por coronavirus tras las aglomeraciones registradas durante las fiestas de fin de año y del Carnaval.
Hasta el momento, Brasil ha vacunado a cerca del 3,47 % de su población, lo que equivale a unas 7,35 millones de personas entre sus más de 210 millones de habitantes.
(Con información de EFE)
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