Brasil reportó por segundo día consecutivo una cantidad récord de muertes por COVID-19: 1.910 en las últimas 24 horas

El país sudamericano también registró el segundo balance más alto de contagios desde el inicio de la pandemia

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Desde el inicio de la pandemia murieron más de 250.000 brasileños por coronavirus (REUTERS/Diego Vara)
Desde el inicio de la pandemia murieron más de 250.000 brasileños por coronavirus (REUTERS/Diego Vara)

Brasil, uno de los países más afectados por la pandemia a nivel global, batió este miércoles un nuevo récord diario de muertes por coronavirus al registrar 1.910 fallecimientos en las últimas 24 horas, según el balance divulgado por el Ministerio de Salud.

Se trata del segundo día consecutivo en el que el gigante latinoamericano alcanza un récord diario de muertes, tras las 1.641 contabilizadas el martes.

De acuerdo con el balance del Ministerio de Salud, el total de fallecidos por causa de covid-19 asciende a 259.271 desde el pasado 12 de marzo, cuando se registró la primera víctima mortal en Brasil.

Por su parte, este miércoles también se registraron 71.704 nuevos casos en 24 horas, el segundo peor número desde el primer caso de covid-19 en febrero de 2020, lo que elevó el total de contagios a 10,7 millones.

En los últimos siete días, un promedio de 1.331 personas fallecieron a diario, también una nueva marca después de la registrada el martes. Desde enero, el país no ha logrado bajar de los 1.000 fallecidos al día, como ocurrió entre junio y agosto del año pasado.

Brasil se aproxima al colapso de su sistema público de salud, con más de la mitad de los estados del país al límite de su capacidad, mientras crece la presión para que el presidente Jair Bolsonaro tome medidas drásticas para contener la explosión de contagios.

Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia (REUTERS/Bruno Kelly)
Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia (REUTERS/Bruno Kelly)

El país vive su peor momento de la pandemia desde que el 26 de febrero de 2020 registrara el primer contagio, coincidiendo además con la irrupción de la variante amazónica (P.1), más transmisible, según estudios preliminares.

Desde noviembre, la curva de casos y fallecidos crece de forma preocupante, pero ha adquirido tintes dramáticos en los últimos 40 días, periodo durante el cual la media diaria de muertes no ha bajado del millar.

Si en la primera ola la evolución de la pandemia era heterogénea, en esta segunda, más virulenta y letal, el SARS-CoV-2 ha puesto en jaque a más de la mitad del país al mismo tiempo.

El índice de ocupación de las unidades de cuidados intensivos del sistema público sanitario supera el 80% en 19 de los 27 estados brasileños, con un matiz: son cada vez más los jóvenes con cuadros graves.

“El riesgo de colapso existe y ya lo estamos observando en varias regiones del país”, afirmó a la agencia EFE el médico Carlos Starling, consultor científico de la Sociedad Brasileña de Infectología (SBI).

El sistema sanitario de Brasil está al borde del colapso por el avance del coronavirus (REUTERS/Adriano Machado)
El sistema sanitario de Brasil está al borde del colapso por el avance del coronavirus (REUTERS/Adriano Machado)

Después de meses de flexibilización, los Gobiernos regionales y municipales han endurecido las medidas de distanciamiento, como el cierre de negocios no esenciales y toques de queda nocturnos, a fin de evitar el colapso ocurrido en enero en Manaos, capital del estado de Amazonas.

El rico estado de San Pablo, que con 46 millones de habitantes es el más poblado, decretó este miércoles el retorno durante dos semanas a la ‘fase roja’ de restricciones, que solo permite el funcionamiento de actividades esenciales de las áreas de salud, alimentación y transporte público, así como de escuelas e iglesias.

“Vamos a enfrentar las dos peores semanas desde marzo del año pasado”, cuando la enfermedad dejó la primera de las ya más de 257.000 víctimas mortales que acumula el país, declaró el gobernador paulista, Joao Doria.

Amazonas, donde surgió la nueva variante y cuya estructura hospitalaria ha sido históricamente precaria, vio desbordado su sistema sanitario en cuestión de semanas. Faltó hasta oxígeno. Desde entonces, cientos de pacientes con covid-19 fueron trasladados a otros puntos del país para recibir tratamiento.

Ahora, otros estados van camino de ese escenario, como Santa Catarina y Minas Gerais, que ya han tenido que transferir a varios de sus pacientes a otras regiones de Brasil ante la falta de lugares en sus hospitales.

Trabajadores sanitarios llegan a una casa del estado Amazonas para aplicar la vacuna de AstraZeneca (REUTERS/Bruno Kelly)
Trabajadores sanitarios llegan a una casa del estado Amazonas para aplicar la vacuna de AstraZeneca (REUTERS/Bruno Kelly)

“La perspectiva no es buena. Lo que vimos en Manaos ciertamente lo vamos a ver en otras regiones de Brasil”, advirtió Starling.

La segunda ola llega además en un momento en el que se han reducido paulatinamente el número de camas de terapia intensiva financiadas por el Ministerio de Salud. También son pocos los hospitales de campaña que aún quedan en pie.

En diciembre había 12.003 camas UCI para la covid-19 financiadas por el Gobierno; en enero, 7.717, y en febrero, que acabó como el segundo mes con más muertes por la enfermedad en Brasil, 3.187, según datos del Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass).

La vacunación empezó en Brasil en enero y avanza a pasos lentos, con interrupciones por falta de dosis.

El presidente Bolsonaro reiteró por la mañana sus críticas a las medidas de distanciamiento social, por su impacto en la economía. “¿Crearon pánico, no? El problema está ahí, lo lamentamos. Pero no se puede vivir en pánico. Como [tampoco] con la política, de nuevo, del quédese en casa. ¿La gente va a morir de hambre, de depresión?”, dijo el mandatario a sus simpatizantes frente al palacio presidencial de Alvorada, en Brasilia.

Con información de EFE y AFP

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