Araraquara, una ciudad de 283.000 habitantes en el interior del estado de San Pablo, impuso este lunes un riguroso toque de queda por 15 días para frenar la propagación del coronavirus luego de que fueran detectados 12 casos de transmisión local de COVID-19 de la llamada variante brasileña.
La medida fue anunciada este lunes por la Alcaldía de Araraquara y prevé una multa de hasta 6.000 reales (unas 1.110 dólares) para quien viole el respectivo decreto, que sólo permite desplazamientos de personas, bicicletas o vehículos para servicios esenciales.
Según el decreto, los desplazamientos tan sólo serán permitidos para el acceso a servicios esenciales o en caso de necesidad comprobada; iglesias y clubes tendrá que cerrar sus puertas, y tan sólo está permitida la apertura de los comercios de productos esenciales, pero con horario restringido y para atender clientes que hayan solicitado previamente algún producto.
El toque de queda fue impuesto para frenar la creciente propagación del coronavirus en el municipio luego de que las autoridades sanitarias confirmaran que 12 personas habían contraído la enfermedad a partir de la variante brasileña por transmisión local.
Esta variante, surgida en la Amazonía brasileña y que ya ha sido detectada en otros países, es mucho más contagiosa que el virus original, según han comprobado los científicos, debido a una mutación que facilita el ingreso del COVID a la célula humana.
Hasta ahora la variante brasileña no era transmitida localmente en otras regiones de Brasil y los casos detectados eran de personas que habían viajado a Manaos o que habían tenido contacto con pacientes procedentes del estado de Amazonas.
Pero las autoridades sanitarias de San Pablo reconocieron este lunes que hasta ahora han sido diagnosticados 25 casos de la variante brasileña en el estado más poblado de Brasil, de los cuales 16 por transmisión local, es decir de pacientes que ni viajaron a la Amazonía ni tuvieron contactos con personas procedentes de Amazonas.
De los 16 casos autóctonos, 12 fueron diagnosticados en Araraquara, otros 3 en la ciudad de Jaú y el último en San Pablo, la capital regional y mayor ciudad de Brasil.
Pese a que San Pablo es el estado más castigado por el COVID-19 en Brasil, con 56.266 muertes y 1,9 millones de casos, hasta ahora ninguno de sus municipios había impuesto un toque de queda tan riguroso como Araraquara, ni siquiera durante el pico de la primera ola de la pandemia.
“La ciudad vive el peor momento de la epidemia y mutaciones del coronavirus fueron identificadas en nuestro municipio”, afirmó el alcalde de Araraquara, Edinho Silva, al justificar la medida de excepción y tras admitir que la propagación había saltado en las últimas semanas y estaba afectando a personas más jóvenes.
Araraquara acumula hasta ahora 12.127 casos de COVID-19 y 146 muertes por la enfermedad, pero, además de haber detectado la transmisión local de una variante más contagiosa, sus hospitales ya alcanzaron un nivel de ocupación de 100 % de las camas en enfermería y del 96 % en los lechos de unidades de cuidados intensivos.
Pese a que el domingo la secretaría de Salud de San Pablo llegó a informar que también se habían registrado dos casos de la variante británica del COVID en Araraquara, esa información fue corregida este lunes tras la revisión de los exámenes de laboratorio.
Según la inmunóloga Ester Sabino, investigadora del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Sao Paulo (USP), el estado de San Pablo, con 46 millones de habitantes, puede convertirse en uno de los principales focos de propagación de la variedad brasileña tanto por su población como por su elevado tránsito aéreo.
“San Pablo está muy conectada con el mundo y ya es grave que encontremos casos de transmisión local de la variante brasileña en el estado. San Pablo es la principal ruta de conexión de los aviones procedentes de Manaos”, dijo.
Brasil es uno de los epicentros globales de la pandemia y el segundo país con más muertes por COVID-19 en el mundo después de Estados Unidos, con casi 240.000 fallecidos, y el tercero con más contagios tras la nación norteamericana e India, con 9,8 millones de casos.
(Con información de EFE)
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