La integrante de la mesa técnica COVID de Chile, doctora y magíster en salud pública María Teresa Valenzuela, declaró que todos los estudios indican que el máximo periodo de duración del coronavirus en superficies son 14 días y un viaje en barco desde Chile hacia el país asiático no se completa en menos de 25.
El 21 de enero pasado comenzaron a circular noticias en China sobre una presunta detección de trazos de COVID-19 en cajas de cerezas importadas. Inmediatamente se reaccionó en Chile, con el fin de establecer diálogos junto al Servicio Agrícola Ganadero (SAG), la embajada de China y diferentes gremios con el objetivo de aclarar la situación.
Desde la Asociación de Exportadores de Chile (ASOEX), Ronald Bown, su presidente, analizó el delicado momento que vive la industria productora de cerezas debido a la denuncia, al punto de compararla con la crisis que experimentó Chile en 1989, tras el estallido del emblemático caso de las “uvas envenenadas”. “Es una situación bastante compleja, no me cabe duda que es la más compleja que hayamos vivido en 30 años, desde la fruta envenenada.”, declaró.
En la oportunidad, Bown entregó detalles de un conflicto que se dio a raíz de una publicación que no fue seguida en forma rápida y consistente en consideración de los efectos y, según él, “no se le dio mucha importancia al comienzo, lamentablemente”, indicó.
Sin embargo, con el pasar de los días, la información fue tomando más y más importancia. Al punto de hablar formalmente de crisis, a la luz de las declaraciones de los propios exportadores del producto en Chile. Según se ha informado, ya se han concretado reuniones entre personeros de la Cancillería y el ministerio de Agricultura con los exportadores y representantes de la embajada de China.
El revuelo que generó la crisis de las cerezas encendió las alarmas tanto en los exportadores y agrícolas como en el Gobierno, de hecho los ministros de Relaciones Exteriores y Agricultura participaron personalmente en reuniones junto al embajador de China.
Chile maneja el 95% de las exportaciones de cerezas a China, y a la fecha se han comercializado 130 millones de kilos en cerezas, quedando un remanente por vender de 190 millones de kilos, que equivalen a US$1.200 millones de dólares. Con toda esta incertidumbre, una de las integrantes del Consejo Asesor COVID-19 cuyo rol es proporcionar información y datos para los procedimientos sanitarios que dispone el Ministerio de Salud (MINSAL), la doctora y magíster en salud pública María Teresa Valenzuela explicó que “desde la vista del laboratorio es posible detectar la presencia del virus en alimentos, pero es bastante infrecuente. Hemos aprendido con la pandemia que las superficies y los alimentos pueden tener la presencia de coronavirus, pero no es la principal vía de transmisión”, declaró en medio de un seminario denominado “Perspectivas del COVID-19 y la economía en Chile” organizado por la Universidad Católica de Chile.
En el evento la doctora fue consultada por el periodo de resistencia del virus. Su respuesta fue categórica y bajo el argumento de que los barcos tardan alrededor de 23 a 25 días en trasladar los cargamentos de fruta hacia China, expuso que “la máxima duración del virus son 14 días en algún tipo de material en superficie, como madera, pero no 25 días. Va a ser necesario analizar eso con bastante énfasis para confirmar que el virus pudiera durar esa cantidad de días en transporte. Sin embargo, efectivamente todos los estudios confirman que son 14 días y no 25”, aseveró.
A la información proporcionada por la experta, se suman los dichos del ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, quien expuso que “la situación sigue siendo particularmente compleja”. Además, aseguró que a la fecha, el país asiático no ha emitido comunicación oficial que involucre a las cerezas chilenas, por lo que expresó que lo que está sucediendo en estos momentos responde a “una nube comunicacional adversa a la adquisición de las frutas extranjeras”.
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