Un guardia fue apuñalado tras un enfrentamiento ocurrido la tarde del domingo cuando un menor fue sorprendido robando en un supermercado. Ocurrió la tarde del domingo en la capital de Chile.
Pero no es el primer caso de un hecho sangiento de violencia en un lugar público. En los últimos días una variedad de videos han circulado en las redes sociales. Lo que según expertos se debe, en algunos casos, al estrés que existe en la población, y en otros, sencillamente a actos delictuales que también pueden tener relación con la pandemia.
En la última noticia recogida por los medios de comunicación chilenos se da cuenta de un violento enfrentamiento en un supermercado ubicado en la comuna de Colina, sector rural de la capital, Santiago. No es un lugar donde comúnmente se desarrollen este tipo de hechos. Así lo afirma Noelia Cárdenas, quien vive en el sector y compra periódicamente sus abastecimientos en el centro comercial que fue escenario del hecho. “Siempre pasa que los guardias se enfrentan con personas que son acusadas de robo. Este fue el caso. Pero jamás habíamos tenido información de que llegara a tanto. Imagínese que ese hombre pudo haber matado al guardia o a los dos. La gente se pone a mirar y nadie reacciona en llamar a la policía y hacer que esto termine”, declaró.
La última información reportada por la policía chilena confirma el dato de Noelia, porque efectivamente se trató de un intento de robo. Según la confirmación de Carabineros, un adolescente de 16 años tras ser denunciado por clientes de haber efectuado un robo, fue enfrentado por el personal de seguridad privada del recinto. El joven se enfrentó a los guardias y, según se observa en el video grabado por testigos, los propios clientes del recinto intervinieron para evitar lo que pudo ser un asesinato, pues los vigilantes se encontraban completamente superados.
El registro de hechos violentos como este se ha vuelto frecuente en Chile. A juicio de una experta en relaciones sociales, la psicóloga Carmen Hidalgo, los factores a analizar son dos. “Lo primero es en nivel de violencia que se genera al punto de no medir las consecuencias y la postura de testigos que festejan agresiones porque hacen justicia”, declara.
Al revisar el video, Hidalgo, advierte que se genera una especie de coliseo romano al intentar hacer visible el hecho, sin considerar que hay personas que podrían generar perfectamente un crimen. “Este hecho demuestra que habiendo más personas que no quisieran que se produzca un hecho lamentable, dos ó tres, que son los que se enfrentan a la seguridad, prácticamente los superan al punto de golpearlos y herirlos. La reacción más saludable sería que en vez de grabar, se dispusieran a calmar los ánimos, proteger a los testigos y obviamente llamar a la policía”, relata.
Durante los últimos días, en Chile se han incrementado las denuncias de peleas, también denominadas riñas, en las que inclusive algunos protagonistas han terminado engrosando la lista de víctimas fatales. El pasado mes de diciembre, en la ciudad de Iquique ubicada al norte de Chile, se divulgó un video con otro violento enfrentamiento. Dos sujetos pelearon a plena luz del día con otro quien se llevó la peor parte.
Fue apuñalado y terminó muriendo mientras testigos registraban el hecho. El mayor de Carabineros, Claudio Pavéz, comisario de la Primera Comisaría de Iquique al ser consultado declaró: “Se produjo una riña y tenemos que lamentar el fallecimiento de una persona, por una herida en la región torácica. Logramos la detención de uno de los involucrados”. La causa de la pelea se generó, según la indagación policial, por una disputa generada por una mascota minutos antes del crimen.
Para la experta en relaciones sociales, las autoridades que gestionan los programas de atención a la violencia callejera en Chile aún no consideran a este tipo de hechos como parte formal del problema. “Lamentablemente en el último tiempo, las entidades encargadas de la prevención de delitos y los programas que disponen de recursos para evitarlos, se han enfocado en la violencia callejera por razones más bien políticas. Es decir, protestas o manifestaciones que registran enfrentamiento entre manifestantes y policía. Pero esta, es una variable que está golpeando fuerte en las calles. Responde a los factores de crisis social, que siempre tiene consecuencias en lo delictivo, y también al nivel de estrés que generan los tiempos que vivimos”, destaca.
Los niveles de agotamiento son parte de lo que se ha discutido en Chile sobre las consecuencias de la pandemia y la crisis social en la salud mental. En los primeros días de enero, en la ciudad de Talca, ubicada al sur del país, fue registrado otro hecho en el que un trabajador de una empresa de telefonía, golpea a un hombre que antes lo había increpado por pasarse una luz roja.
El hombre que ataca al conductor del vehículo y a la mujer que lo graba menciona en reiteradas oportunidades: “Me levanto a las 5 de la mañana”. El doctor Miguel Prieto, jefe del Servicio de Salud Mental de Clínica Universidad de los Andes, explica que, durante estos meses de pandemia en el país, ha habido aumento de pacientes que consultan por cuadros de ansiedad depresión, violencia intrafamiliar, descompensaciones de enfermedades psiquiátricas previas y por aumento o comienzo de consumo de alcohol o drogas. Aunque la violencia no se justifica bajo ningún punto de vista, aclara que las reacciones emocionales son propias de lo que estamos viviendo: “es normal tener algunas emociones relacionadas a lo que está pasando. Nadie puede estar tranquilo con esta realidad. Estar preocupado, más ansioso o irritable o, a veces de manera intermitente, con un sueño no reparador, es algo esperable”, describe.
Otra situación similar a la del anterior se dio a conocer en redes sociales con pocas horas de diferencia en otra zona de la misma comuna, en Talca. En este caso, otro desencuentro provocado por conductores que se enfrentan tras una discusión al volante.
Uno de los protagonistas debió ser trasladado a un centro asistencial al que llegó en estado grave. “Un importante porcentaje de enfrentamientos se da por situaciones viales que enfrentan a los conductores. Basta con que uno de los involucrados insulte a otro para que se produzca la pelea. Estamos ante una situación que es bien crítica, porque las altas cifras de desempleo, las malas condiciones laborales, los problemas asociados a las medidas sanitarias y muchos factores hacen que se estalle prematuramente en un hecho violento después de una desavenencia”, dice la psicóloga Carmen Hidalgo.
Factores que a juicio de testigos y los expertos, se relacionan entre si, en el actual contexto de pandemia que afecta a la población. En el caso del último hecho registrado en un supermercado, el responsable de las heridas fue detenido por Carabineros y puesto a disposición de la justicia.
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