En entrevista exclusiva con Infobae el padre de Itzel Monroy, la joven mexicana asesinada en 2009, relató el calvario de vivir 10 años sin justicia. No sabía nada del criminal hasta ahora y le sorprende que la forma de actuar del femicida de su hija, fue similar a las que habría utilizado con su más reciente víctima chilena.
Igor Yaroslav González y Carlos Humberto Méndez González son la misma persona con dos identidades diferentes. La primera fue utilizada para mantenerse escondido en Chile tras haber perpetrado un crimen contra la joven de 17 años Itzel Monroy en la ciudad de Aguas Calientes en México el año 2009. Con la segunda identidad, habría perpetrado un crimen casi calcado contra la joven de 22 años, María Isabel Pavéz, el pasado mes de diciembre en Santiago, la capital de Chile.
La hermana de la víctima chilena, Brenda Pavéz, recibió un mensaje después del funeral de María Isabel. Era de Héctor Monroy, padre de Itzel Monroy, desde México. Tras una serie de conversaciones, los antecedentes fueron puestos a disposición de la policía que terminó por confirmar que se trata del mismo sujeto.
Itzel murió en manos del mismo sujeto que ahora es perseguido por la muerte de María Isabel. El crimen se registró el jueves 9 de abril del 2009, alrededor de las 18:30 horas. Luego, el cuerpo sin vida de la adolescente, fue encontrado por otro joven que compartía con el asesino un departamento.
Infobae conversó con Héctor Monroy, padre de Itzel, quien detalla aspectos que sorprenden por la cantidad de coincidencias entre la muerte de María Isabel y el asesinato de su hija. Se enumeran, por ejemplo, la forma en la que el asesino conoció a sus víctimas, en ambos casos a través de redes sociales. Con ambas mantuvo una relación y cuando ellas decidieron poner término, desaparecieron y murieron. El criminal usó los teléfonos de las mujeres y sus redes sociales para ganar tiempo con coartadas que le dieron tiempo para escapar. Además, las víctimas son físicamente parecidas y las dos, Itzel y María Isabel, eran definidas por sus familiares como afables, sociables y muy comprometidas con sus estudios. “Itzel era nuestra primera hija, siempre fue una niña muy alegre y siempre sonriente, muy autónoma y con una meta clara sobre lo que quería ser cuando fuera grande. Era una buena estudiante, amante de la música, le era fácil tener relaciones sociales, y un grupo de amigos y amigas con las que convivía”, describe el padre de Itzel.
-¿Cómo se enteró del crimen de María Isabel en Chile?
Fue después de Navidad, empezaron a llegar datos y a correr las fotos y noticias de Chile, sobre este crimen. Y mi hija, que maneja el Facebook, me envía las imágenes y me dice, mira se parece al que terminó con la vida de Iztel. Tomamos las fotografías y la verdad es que sí se parecía mucho. Así nos enteramos del asesinato de María Isabel.
-¿Cuándo fue la última vez que supieron del asesino de su hija?
La última vez fue el mismo día del crimen de mi hija. Itzel estaba haciendo su servicio social como laboratorista clínico. Su madre la fue a dejar y le dijo que su novio, Carlos, iba a ir por ella. La verdad es que su mamá lo cuestionó porque hacía algún tiempo supuestamente ellos habían terminado su relación. Pero como había confianza, la dejó y se fue. Ese día se perpetró el crimen y no supimos nunca más de él.
-¿Cuáles fueron las pistas que obtuvieron de la investigación que se desarrolló en México?
Lo primero fue que el paradero de los padres de este sujeto. Ellos vivían frente al departamento de Carlos, pero desaparecieron justo después del crimen. Regresaron como a los dos días y le explicaron a la policía que no querían verse inmiscuidos en el problema, aún siendo sus padres. En adelante, siempre dijeron que no sabían nada, ni tampoco porqué su hijo había hecho esto. Nunca dijeron en dónde podría estar su hijo. La policía supuso que había estado en algunos estados de México, Durango primero y Oaxaca después, al norte y al sur. Pensamos que su intención era pasar a Estados Unidos, pero cuando supimos que estaba en Oaxaca, pensamos que tenía ganas de ir al sur, como finalmente fue. Esto, fue en el año 2011, es decir hace 10 años.
-¿Qué sensación les provocó saber que nuevamente le quitó la vida a una joven?
Cuando nos enteramos fue como regresar al dolor. El dolor por la perdida de mi hija se volvió intenso nuevamente y pensamos en el dolor de la familia de María Isabel en Chile. Pero después se sembró la esperanza de que el pueda ser capturado. En México, este sujeto, tuvo unos días sin que la policía interviniera, fue en Semana Santa, por lo tanto, tuvo cuatro días prácticamente para actuar sin que nadie lo persiguiera.
-¿Creen que lo podrán encontrar?
Tenemos confianza en la policía chilena. Casi a diario estoy pensando que alguien de la familia de María Isabel me va a llamar para decirme ¡ya lo capturamos, ya lo tenemos! Espero ese día. Han pasado casi 10 años desde que su hija fue asesinada. Tiempo en el que no tuvieron más información del asesino, hasta ahora.
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