En el último tiempo las cosas han cambiado en lo que antes eran tranquilos balnearios con mayor actividad en el periodo estival: asaltos, robos a viviendas, peleas entre bandas rivales, tráfico de drogas y homicidios son algunos de los hechos que han aumentado.
El litoral central chileno está integrado por varios balnearios ubicados en la región de Valparaíso. Es la zona más recurrida de cada verano, por estar cerca de Santiago, la capital.
En los meses de alto flujo, los vecinos residentes de esta zona se esfuerzan por mantener en orden su convivencia, algo que no es fácil por el incremento del número de turistas que, en muchos casos, es acompañado por enfrentamientos violentos por rencillas que se traen desde sus lugares de origen.
Amanda Valencia (48) es residente permanente de la playa El Tabo, ubicada a 108 kilómetros de la capital chilena. “En los meses de verano nosotros sabemos que las cosas cambian, esa es una decisión que los vecinos asumimos, porque por algo nos quisimos venir a vivir aquí. Pero en los meses más duros, no hemos visto el nivel de violencia que estamos teniendo ahora que hay pandemia y que la gente que ha venido es menos. No sé porqué, pero ya mataron a un caballero, y las peleas son pan de cada día aquí”, declara.
El crimen al que hace referencia Amanda, la residente de la playa El Tabo de la costa central chilena, es el ocurrido la semana pasada. La víctima, un hombre de 36 años, fue hallada con heridas cortopunzantes y ya sin vida a pocos metros de la caleta Pacheco Altamirano, en la comuna de San Antonio en la misma región de Valparaíso. Según la información policial, el crimen está relacionado con una riña ocurrida en las cercanías de un centro comercial de la ciudad portuaria.
Los vecinos y las autoridades de la zona, aseguran que después del relajo de las medidas sanitarias que mantuvieron en cuarentena a varias zonas del país, comenzaron los problemas con la llegada de personas desde la Región Metropolitana. En ese momento, advierten, empezó otra vez el calvario: peleas entre bandas rivales, asaltos, robos , narcotráfico y homicidios se volvieron frecuentes.
El alcalde de Cartagena, Rodrigo García, admite que se trata de situaciones nuevas en la zona: “Post pandemia se han dado en distintas comunas de este litoral, lo que obviamente eso tiene que ver con el aumento de la cantidad de personas que se ha trasladado de la Región Metropolitana”, advierte.
Amanda Valencia cuenta que los vecinos, en conjunto con comerciantes de la zona, se han tenido que organizar para poner freno a la ola de violencia registrada en los últimos días. “Elegimos una representante que se ha juntado con el alcalde y con otras autoridades, la policía también, para parar todo esto, porque nos aflige la inseguridad”, relata.
Asaltos, robos violentos y toma de viviendas desocupadas son cada vez más frecuentes en las zonas aledañas de estos balnearios. Las playas, en todo caso, no están libres del problema. En ellas se han registrado disputas, como peleas de comerciantes ambulantes que llegan a la zona en estos periodos de verano. La última, cuenta Amanda, “terminó con uno de ellos persiguiendo al otro con cuchillo en mano”, dice.
“Ellos sacan las armas no más. No les importa nada. Aquí rige la ley del más choro. Se ponen a pelear, y créame que no son solamente los hombres. Las mujeres también se meten y se agarran de los pelos. Ya cuando la situación se va de las manos, aparecen las armas, disparos, cuchillos. Es una tragedia lo que pasa”, dice Amanda.
En medio de las estrictas medidas de seguridad implementadas por las autoridades sanitarias, los residentes de esta zona playera de Chile, revelan la montaña de problemas que han debido sortear como consecuencia de la crisis social, la pandemia y la delincuencia. Por lo anterior, exigen mayor seguridad para los residentes, pero también para los turistas, cuando se espera que el litoral central tenga una población flotante de más de 1 millón de personas, en la medida que las restricciones también permitan los accesos a veraneantes.
Por su parte, Carabineros anunció a través de las autoridades locales de la zona, la llegada de 77 nuevos efectivos policiales, que cumplirán funciones de fiscalización a toda la provincia de San Antonio, que incluye los balnearios afectados por esta ola de violencia.
Rodrigo García, el jefe comunal de San Antonio por su parte, no lo encuentra suficiente. “De 170 mil habitantes, que aumente a un millón y medio, 77 carabineros la verdad es que es insuficiente. Nosotros sentimos que no hemos sido escuchados. La preocupación nuestra es efectivamente que aquí mueran personas inocentes, con respecto a un ajuste de cuentas o una situación de una bala loca que puede llegar a un niño o un vecino”, advierte.
La situación se ha tornado tan relevante que el propio Gobierno de Chile ha tenido que manifestarse al respecto. Así, el el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, sostuvo que “no hay que perder de vista que, seguramente, este va a ser un fin de año atípico, en el cual seguramente muchas personas de la Región Metropolitana no van a poder salir hacia el litoral y eso seguramente también va a bajar la carga a la cual hacen referencia los alcaldes, con respecto a la cantidad de gente que pudiese llegar de otras regiones, y eso también va a tener un efecto en las dotaciones policiales. Estamos en coordinación con ellos, sabemos que tenemos que apoyar a los alcaldes y alcaldesas en época estival”, dijo.
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