Kristalina Georgieva, titular del Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo el martes durante una conferencia virtual que ofreció para el Consejo de las Américas que la pandemia dejó a América Latina en una situación económica “bastante dramática”, pero aseguró que esto debe “servir para el futuro” y pidió llevar a cabo “cambios estructurales”.
Según la funcionaria del organismo de crédito internacional, la región es la más golpeada por el coronavirus a nivel global. Desafortunadamente para Latinoamérica, la región está muy golpeada”, afirmó.
De acuerdo con la titular de la entidad de crédito, con la pandemia quedó en evidencia que los gobiernos no invierten lo suficiente en los sistemas de salud y que las políticas tienen que mejorar en el futuro. Sin embargo, de inmediato destacó como positivo que los bancos centrales bajaran las tasas de interés y las autoridades financieras implementaran medidas para fortalecer el gasto o reducir la recaudación de impuestos.
“Todavía hay mucho que puede hacerse para eliminar los obstáculos para el sector privado”, dijo, pero remarcó que eso es sólo parte del problema.
También los gobiernos deberán prestar atención, indicó, a la inequidad que convierte a la región en una de las más desiguales del mundo. Esto también quedó en evidencia en la pandemia, cuando las personas que tenían acceso a tecnologías digitales pudieron continuar con sus tareas sin mayores inconvenientes, mientras que los sectores más pobres prácticamente no pudieron seguir trabajando.
“Y eso sólo se arregla con políticas estructurales, con reformas estructurales”, explicó Georgieva.
Durante su exposición, la titular del FMI insistió en varias oportunidades con la idea de que el Fondo Monetario Internacional cree que las crisis son oportunidades y que la provocada por la pandemia de coronavirus debería servir para que Latinoamérica implemente políticas que le permitan crecer achicando la desigualdad social y promoviendo la integración y las inversiones.
“¿Qué podemos hacer para que podamos salir de la crisis mejor de lo que entramos?”, se preguntó, tras señalar algunas de las razones que convirtieron a la economía de la región en una de las más golpeadas en todo el mundo por la pandemia y notar que la desaceleración que venía experimentando desde antes de 2020 contribuyó a acrecentar el golpe.
Proyecciones
El FMI ha proyectado una contracción económica de 8,1% en Latinoamérica este año y una recuperación de 3,6% para 2021. Se trata de la mayor crisis económica regional en la historia, que representa un retroceso de al menos una década, de acuerdo con las estimaciones de organismos multilaterales.
Por su parte, la economía mundial se desacelerará un 4% en 2020 y crecerá un 5,2% en 2021, según el FMI, lo que arroja que las proyecciones regionales negativas, duplican a las globales.
“Una crisis, una crisis profunda, debe servir para el futuro”, expresó la directora del FMI. “Debería sacudirnos”, aseguró, tras destacar que los resultados podrían haber sido aún peores si los gobiernos latinoamericanos no hubieran implementado políticas monetarias para proteger a las economías.
Desde 2012, Latinoamérica atraviesa una desaceleración económica que se agudizó con una contracción en 2015 y 2016.
La economía estuvo estancada en 2019, y aunque se esperaba una recuperación en 2020, no pudo concretarse porque llegó el coronavirus.
Para el FMI, la de la pandemia es la primera crisis verdaderamente mundial, que combina aspectos económicos y de salud.
A pesar de que la desigualdad en la región ha mejorado en los últimos años, aún sigue y hay que atenderla porque es un impedimento estructural para el crecimiento, dijo la funcionaria.
Asimismo, añadió, la región debería integrarse aún más y forjar lazos económicos más fuertes que les permitan a los países acceder a mercados más grandes. Como ejemplo mencionó a su país, Bulgaria, que se unió a la Unión Europea para tener más oportunidades.
Por Gisela Salomon para Associated Press
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