Una o varias personas intentaron ingresar el martes a la madrugada a las instalaciones de la Planta de Explosivos del Servicio de Material y Armamento (PESMA), en las afueras de la ciudad de Florida, a menos de cien kilómetros de Montevideo.
Se trata de la planta donde se fabrica todo el material explosivo que se utiliza en el país.
El hecho ocurrió alrededor de las 4:30 AM, hora local, y el intento fue frustrado al activarse la alerta. Personal de seguridad vio a una persona darse a la fuga, de acuerdo con un sitio de Defensa.
Las autoridades aún no confirmaron daños y si el ingreso al predio había sido posible gracias a una filtración en el perímetro.
No es la primera vez que se registra un accidente de este tipo en el lugar. A principios del mes de noviembre ocurrió un episodio similar, pero con drones.
Según dijo entonces a diarios locales el vocero del Ejército, el coronel Julio Olivares, tres personas fueron interceptadas mientras intentaban introducirse en el predio. Los intrusos estaban sobrevolando el área con un dron.
Los guardias les dieron voz de alto: como los aludidos no acataron la orden, efectuaron algunos disparos al aire, lo que provocó su fuga. Tras los disparos, decenas de soldados salieron a buscar a los tres sospechosos, pero no pudieron capturarlos.
“No sabemos si las intenciones eran robar explosivos o armamento como ha ocurrido en otros lugares”, señaló en ese momento Olivares.
En la planta trabajan 52 funcionarios encargados de la fabricación de los explosivos Uruanfo, Pegamul, Pesmul, entre otros. También se fabrican variedades más potentes para la industria minera.
Desde hace dos años se vienen produciendo estos intentos de robo de arsenales militares o policiales y de irrupciones en la fábrica, así como hurtos de uniformes, materiales de comunicaciones y municiones.
En todas las oportunidades, se trató de ataques que ocurrieron cuando las fuerzas de seguridad estaban ocupadas en otras tareas. Así como en el pasado ocurrieron en fechas de elecciones o votaciones nacionales, ahora ocurre cuando los oficiales están abocados a patrullajes fronterizos y la lucha contra la pandemia del COVID-19.
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