Bolivia propuso este jueves a la comunidad internacional movilizar fuentes de financiamiento y una condonación de la deuda externa para afrontar la crisis económica causada por la pandemia del COVID-19, que en el caso del país se sumaron a otros factores internos.
“Esperamos encontrar la debida comprensión y solidaridad de la cooperación internacional. Es imperativo movilizar las diferentes fuentes e instrumentos de financiamiento y condonación de la deuda externa”, afirmó el presidente de Bolivia, Luis Arce, en un video difundido por el canal estatal de televisión.
El video se grabó durante la participación del gobernante desde La Paz en una asamblea de las Naciones Unidas, con el tema “Unidos contra el COVID-19”.
Arce advirtió del riesgo de “sobreendeudamiento” de países más vulnerables a la crisis por la pandemia y abogó por el apoyo a estos tanto a través de organismos multilaterales como de forma bilateral por parte de otros países. El presidente señaló que este apoyo será un “alivio” para la deuda interna y externa en naciones golpeadas que necesitan liquidez en sus economías.
Arce, delfín del ex mandatario Evo Morales (2006-2019), planteó en septiembre pasado, durante su campaña electoral, no pagar durante dos años la deuda externa.
Su ministro de Economía, Marcelo Montenegro, dijo a mediados del pasado mes que el gobierno gestionará la suspensión temporal del pago de su deuda. Al 30 de abril de este año, la deuda externa pública del país alcanzó 11.623 millones de dólares, el 27,3% del PIB, según cifras divulgadas por el emisor Banco Central de Bolivia (BCB).
El mandatario mencionó que la situación de su país es difícil, además del coronavirus, por otros factores internos, como la gestión administrativa de su antecesora durante un año, Jeanine Áñez. “La crisis política de noviembre de 2019 y la mala administración del gobierno de facto, deterioraron la economía boliviana, situación agravada por la pandemia”, dijo Arce en redes sociales.
En su primera intervención en Naciones Unidas como presidente de Bolivia, Arce advirtió que el país se encuentra en recesión, con indicadores que evidencian una caída de su economía de más del 11 por ciento, cuando antes crecía a más del 4, lo que puede conllevar un aumento del desempleo, la pobreza y las desigualdades.
Arce, tras asumir el cargo el pasado 8 de noviembre, calificó de “patética” la situación económica del país, tras estimar un déficit fiscal para este año de 12,1%.
El COVID-19 dejó desde marzo más de 8.900 fallecidos y más de 144.900 contagiados en Bolivia. El Gobierno prevé en el primer trimestre de 2021 disponer de unos tres millones de vacunas contra el coronavirus, que serán gratuitas y con prioridad a los más vulnerables a la enfermedad.
Con información de AFP y EFE
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