El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien ya ha realizado declaraciones previas expresando su escepticismo sobre los programas de vacunación contra el coronavirus, afirmó el jueves pasado por la noche que no se vacunará contra la enfermedad de COVID-19.
En declaraciones transmitidas en vivo a través de múltiples plataformas de redes sociales, el líder de derecha agregó que es poco probable que el Congreso obligue a los brasileños a vacunarse.
Brasil tiene el segundo número más alto de muertes por coronavirus en el mundo, y Bolsonaro ha minimizado durante meses la gravedad de la pandemia a pesar de haberse infectado con el virus en julio pasado.
“No voy a tomarla. Es mi derecho”, dijo.
El mandatario también expresó su escepticismo sobre la eficacia del uso de mascarillas durante la transmisión en directo, implicando que había pocas pruebas concluyentes de su éxito para frenar la transmisión del virus.
El presidente ha dicho repetidamente que los brasileños no serán obligados a que se vacunen contra el coronavirus. En octubre, bromeó en Twitter con que la vacunación sería requerida solo para su perro.
Bolsonaro aprovechó su presencia este jueves en sus redes sociales para desmentir que se refiriera al coronavirus como una “gripecita” durante los primeros meses de la pandemia.
“No existe un video, o un audio, en el que yo hable de esa manera”, ha asegurado Bolsonaro, quien ha acusado a los medios de tergiversar sus palabras cuando hizo referencia que debido a su pasado como “deportista” no sentiría “casi nada” si diese positivo por COVID-19, o “sería como una gripecita o resfriadito”.
Días antes de esa intervención, y cuestionado si se volvería a someter a una prueba de coronavirus, Bolsonaro afirmó que si “una puñalada” no acabó con él, tampoco lo iba a hacer “una gripecita”.
En paralelo a las palabras de Bolsonaro, el Ministerio de Salud de Brasil ha confirmado este jueves 6.204.220 casos acumulados, después de los últimos 37.614 contagios diagnosticados, así como 171.460 muertes, tras sumar otras 691.
Pese a estas cifras, el ministro de Salud, el general Eduardo Pazuello, ha descartado que Brasil esté en plena segunda ola, pues la subida de nuevos casos y fallecidos se han dado principalmente en el sureste del país, la región más afectada desde el inicio de la pandemia, en estados como San Pablo y Río de Janeiro.
(Con información de Reuters y Europa Press)
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