Las autoridades paraguayas confirmaron este sábado, en una conferencia de prensa, que uno de los tres hombres abatidos la noche del viernes en un enfrentamiento entre la guerrilla Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), grupo mixto de policías y militares, es Lucio Silva, de 61 años y uno de los miembros de más antigüedad.
Los otros dos fallecidos son Esteban Marín López, de 36 años, considerado cabecilla de todas las operaciones del EPP, y Rodrigo Argüello, de 24 años, los dos implicados en el secuestro del ex vicepresidente Óscar Denis, ocurrido a comienzos de septiembre en una zona limítrofe entre los departamentos de Concepción y Amambay (norte).
Los tres hombres murieron por el impacto de “disparos a larga distancia” en un enfrentamiento en Cerro Guazu, departamento de Amambay, como precisó durante la conferencia el médico forense Pablo Lemir.
La autopsia reveló que el cuerpo de Silva contaba con cuatro impactos de armas de fuego, pero la bala que le causó la muerte fue la que le dio en el muslo derecho, con lesiones en los vasos femorales, lo que “provoca la muerte en pocos minutos”.
Marín López presentaba tres disparos, con uno penetrante en el tórax que le produjo la muerte por asfixia, mientras que Argüello recibió dos impactos, uno que lo mató y otro que pasó “de refilón”, según Lemir.
El jefe de Antisecuestro de la Policía Nacional, el comisario Nimio Cardozo, comentó a los medios que los tres muertos son el resultado de la “Operación Tormenta”.
“Desde el 2014, nunca la FTC ni la Policía Nacional pudieron tener un encuentro con una columna tan importante como el que estamos teniendo ahora”, precisó Cardozo.
El jefe de Antisecuestros también detalló las trayectorias criminales de los tres abatidos, todos con antecedentes y con una larga pertenencia al EPP, salvo Argüello, que se integró en 2017.
Silva “es una de las personas más antiguas dentro de esta estructura criminal” y “empezó siendo dirigente de varias cuestiones sociales” para pasar después a “la clandestinidad como un soldado más del EPP”.
“Hizo prácticamente toda su vida delincuencial en filas de este grupo”, agregó.
Marín López era, según el comisario, “comandante de todas las operaciones del EPP en estos últimos tiempos, la persona más importante desde el punto de vista táctico operacional”, mientras que de Argüello precisó que “tiene más de cinco hechos (...) como actor de homicidios, quema de haciendas, retenciones”.
ENFRENTAMIENTO ENTRE EL EPP Y LA FTC
El comandante de la FTC, Óscar Chamorro, explicó que a la tarde noche del viernes una patrulla divisó en los bosques del Cerro Guasu, en el departamento de Amambay, a unos siete u ocho hombres, cargados con mochilas y armas avanzando en una zona con elevaciones.
Según su relato, los miembros de la FTC se identificaron y los integrantes del EPP abrieron fuego. “El personal devuelve el fuego (...) continúa avanzando y encontramos tres cuerpos tendidos, todos con el uniforme típico, con las armas largas, mochilas y todas las evidencias”, resumió Chamorro.
Por su parte, el fiscal Federico Delfino confirmó que entre las evidencias había “armas de fuego, documentación, teléfonos celulares, dinero en efectivo...”
En poder de Marín también figuraba un fusil de las Fuerzas Militares, con el que el EPP se hizo tras un ataque a militares en agosto de 2016, en Arroyito, departamento de Concepción.
SEGUNDO ENFRENTAMIENTO EN DOS MESES
La FTC y el EPP se enfrentaron a principios de septiembre pasado en una zona de monte en el departamento de Concepción.
En un primer momento, la operación fue calificada como “exitosa” por el Ejecutivo de Mario Abdo Benítez ya que se había abatido a dos supuestos guerrilleros. No obstante, poco después se conoció que se trataba de dos niñas, supuestas hijas de miembros del EPP.
Una semana después de ese enfrentamiento, el EPP secuestró en una zona próxima al ex vicepresidente Óscar Denis y a un trabajador de su estancia, este último liberado una semana después. El EPP exigió una serie de requisitos a la familia de Denis para su liberación, algo que hasta la fecha no se ha producido, a pesar de que la familia cumplió con las peticiones de la guerrilla.
El fiscal Delfino aseguró este sábado que el secuestro de Denis no fue una represalia del grupo por el enfrentamiento de comienzos de septiembre y añadió que no descartan que el ex político siga con vida.
Fundado en 2008 desde postulados marxistas, las autoridades atribuyen al EPP, un grupo reducido de una treintena de miembros, gran parte de ellos familiares entre sí, unos 50 asesinatos, así como secuestros y extorsiones a productores agropecuarios del norte del país.
Con información de EFE
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