Anoche, las protestas en varias ciudades de Brasil denunciaron el brutal asesinato de un afrobrasileño a manos de dos guardias de seguridad en un supermercado, un episodio comparado con el del estadounidense George Floyd.
El soldador Joao Alberto Silveira Freitas, de 40 años, murió la noche del jueves tras recibir una paliza de dos vigilantes de un mercado de la red Carrefour, localizado en la sureña ciudad de Porto Alegre, en vísperas del Día de la Conciencia Negra, celebrado en la jornada de ayer y que marca la lucha por los derechos de los afrobrasileños en el país.
Las brutales agresiones, capturadas en fotos y vídeos extensivamente difundidos en las redes sociales, provocaron un aluvión de críticas y conmocionaron a los brasileños.
En repudio, manifestantes protestaron en ciudades como Sao Paulo, Río de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte y Porto Alegre.
En la capital paulista, centenares de personas se concentraron en el Museo de Sao Paulo, en la céntrica Avenida Paulista, desde donde marcharon hasta una de las tiendas de Carrefour en la región.
“La demanda de la población negra es urgente. La deshumanización del pueblo negro en Brasil es evidente”, manifestó a la agencia de noticias EFE Alexandra Tulani, de 38 años.
“Queremos tener el derecho de existir. No queremos salir a la calle y sufrir violencia policial. Ayer un hombre negro murió en un supermercado. Eso tiene que acabar y tiene que acabar ya”, agregó.
“La carne más barata del mercado es la negra”
El eslogan “La carne más barata del mercado es la negra”, inmortalizado en una canción de Elza Soares -una de las sambistas octogenarias más respetadas de Brasil- inundó las redes sociales y se convirtió en la consigna de las protestas del viernes.
“Es un genocidio de mis hermanos, mis hermanas, de la población negra. Eso tiene que acabar. Estamos hartos de la muerte. Quien muere es negro, quien es asesinado es negro, la policía mata negro, la sociedad vive inmersa en un racismo estructural”, afirmó a EFE Bruna Rodrigues.
Mientras marchaban por las calles paulistas, los manifestantes sostenían pancartas en las que se leía “Justicia por Joao Alberto”, “Vidas negras importan” y “Carrefour tiene las manos sucias de sangre negra”.
La protesta transcurrió sin incidentes, excepto por un pequeño grupo que lanzó piedras contra un Carrefour situado en la calle Pamplona, junto a la Avenida Paulista, y fue reprendido por el grueso de los manifestantes.
En Río de Janeiro, centenares de personas irrumpieron en un mercado de Carrefour en el barrio de la Barra da Tijuca con gritos de “asesinos” y “racistas no pasarán”, donde además llenaron los carritos de compra para impedir que la tienda siguiera funcionando normalmente.
“Es un acto de resistencia, pero estamos cansados de ser resistencia. Solo queremos la oportunidad de poder vivir”, declaró a EFE el artista Ricardo Fernandes.
En Porto Alegre, la protesta tuvo lugar frente al Carrefour donde Joao Alberto murió y, tras un inicio pacífico, un pequeño grupo arrojó piedras y rompió algunos cristales del establecimiento, lo que llevó a una intervención de la policía y la dispersión de los individuos.
El ataque al soldador fue comparado con la muerte de George Floyd, quien falleció en mayo pasado a manos de un policía blanco y ha desatado una ola de furia y protestas antirracistas en todo Estados Unidos, que se extendió a varios países de Europa.
En vídeos y fotos que circulan en las redes, es posible ver cuando los dos vigilantes sostienen a la víctima y le proporcionan reiterados golpes, patadas y estrangulaciones. Además, se pueden escuchar los gritos de ayuda del hombre y cuando dice que no puede respirar.
Vicepresidente niega racismo, personalidades reaccionan
El Gobierno de Brasil, a través de su vicepresidente, Hamilton Mourao, negó que se trate de un caso de racismo y afirmó que en el país “no existe” la discriminación racial.
“Eso es una cosa que quieren importar, eso no existe aquí. Yo digo con toda tranquilidad, no hay racismo”, declaró Mourao a periodistas.
Horas después, el presidente, Jair Bolsonaro, afirmó que la violencia es un problema vivido “por todos” y que no existe razón para “dividir el sufrimiento del pueblo brasileño en grupos”.
“Quienes instan al pueblo a la discordia, fabricando y promoviendo conflictos, atentan no solamente contra la nación, sino también contra nuestra propia historia”, escribió el mandatario en Twitter.
Sin embargo, luego de que los hechos salieran a luz, distintos políticos, autoridades, instituciones y personalidades condenaron el “racismo estructural” que impera en Brasil.
“Nos encontramos con escenas de violencia extrema que dejan a todos indignados por el exceso de violencia, que llevó a la muerte de un ciudadano negro en un supermercado”, expresó el centro-derechista Eduardo Leite, gobernador del estado de Rio Grande do Sul y del cual Porto Alegre es la capital regional.
El líder del Senado, Davi Alcolumbre, destacó que el brutal asesinato “evidencia la necesidad de luchar contra el terrible racismo estructural que corroe” la sociedad.
Por su parte, el presidente del Supremo Tribunal Federal, Luiz Fux, recalcó que “toda violencia es desmedida y debe ser eliminada de la sociedad”.
CON INFORMACIÓN DE EFE
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