El cuestionado jefe de la Policía chilena, Mario Rozas, renunció este jueves después de que dos jóvenes resultaran heridos de bala tras un operativo policial, en un hecho que causó repudio generalizado y se sumó a una serie de denuncias por abusos policiales en el país.
“En la mañana de hoy (jueves) el general director de Carabineros, Mario Rozas, me ha presentado su renuncia al cargo, y me ha dado sus razones y sus argumentos; yo comparto las razones y argumentos y en consecuencia he aceptado su renuncia”, dijo el presidente Sebastián Piñera, en un mensaje en el palacio de Gobierno.
Piñera afirmó sentir “admiración y gratitud” por la labor de Rozas, a quien “le tocó dirigir a Carabineros de Chile en un tiempo extraordinariamente difícil y complejo”, con “demasiada violencia”.
El mandatario anunció que el general Ricardo Yáñez sustituirá a Rozas al frente del organismo. Al nuevo mando le ha exhortado a “impulsar con total compromiso y voluntad la modernización de Carabineros de Chile”, una institución en el punto de mira desde las protestas masivas de 2019.
La salida de Rozas llegó tras una reunión en La Moneda en la que, además de Piñera, también estuvieron presentes los ministros de Justicia, Hernán Larraín; e Interior, Rodrigo Delgado. Este último confirmó el miércoles los detalles del polémico operativo en Talcahuano.
Las investigaciones preliminares, adelantó Delgado, indican que los agentes habrían acudido al centro para escoltar a un equipo médico, “dado que había algunos contextos, aparentemente, de cierta violencia”, que había sido llamado para atender a un joven, “y en ese momento, cuando llega Carabineros, hay una situación que se está investigando”.
Al menos dos adolescentes de 16 y 17 años fueron heridos presuntamente de bala por policías chilenos que ingresaron haciendo uso de sus armas a un hogar estatal de menores en la Región del Biobío, en el sur del país, informaron fuentes oficiales.
La Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, aseguró que la situación es “una manifestación más del horror que representa la violencia estatal”, ejercida por quienes “debiesen proteger a niños, niñas y adolescentes y que en definitiva los atacan de forma reiterada y desmedida”.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos exigió “que se sepa la verdad a la brevedad” y solicitó se transparenten quiénes aprobaron la intervención de Carabineros en un centro de menores custodiados por el Estado.
Con heridas en sus piernas, ambos jóvenes se encuentran hospitalizados con lesiones de carácter reservado.
Personal policial habría ingresado al hogar Carlos Macera, perteneciente a la red del Servicio Nacional de Menores (Sename) en Talcahuano, luego de que un grupo de niños lanzó piedras a los uniformados, según versiones preliminares.
El Gobierno calificó los hechos de “lamentables” y, a través de un comunicado, señaló que el presidente chileno, Sebastián Piñera, está “concentrado en que se esclarezca la verdad en forma total y oportuna”.
Desde la Policía declararon que “ningún Carabinero quiere lesionar a un menor de edad” y que se trata de una “situación grave”, para la que dispondrán “todos los antecedentes” en el curso de la investigación.
Organismos internacionales como Human Rights Watch (HRW) o Amnistía Internacional denunciaron que tras el estallido social de octubre de 2019 la Policía uniformada ha hecho un uso excesivo de la fuerza y cometido graves violaciones a los derechos humanos.
(Con información de AFP, EFE y Europa Press)
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