El ex presidente peruano Manuel Merino fue denunciado penalmente junto a su primer ministro, Ántero Flores-Aráoz, y el ministro del Interior, Gastón Rodríguez, así como a los jefes de la Policía Nacional por los delitos de homicidio calificado, abuso de autoridad y lesiones. La fiscal general, Zoraida Ávalos, anunció este lunes la apertura de una investigación preliminar.
La denuncia “por graves violaciones a los derechos humanos” fue presentada ante la fiscal general de Perú, Zoraida Ávalos, después de que dos jóvenes murieran y más de cien de personas fueran heridas durante las protestas que tuvieron lugar la última semana en Lima contra el gobierno de Merino.
En el documento, presentado por ocho organizaciones de derechos humanos, se incluye al director general de la Policía Nacional, Orlando Velasco, y al jefe de la región policial Lima, Jorge Cayas, ya que la policía reprimió duramente las multitudinarias protestas que comenzaron el pasado miércoles en Lima.
REPRESIÓN EXCESIVA
La denuncia indica que, además de la represión a los manifestantes, los agentes antidisturbios también atacaron a los miembros de la prensa con impactos directos al cuerpo de bombas lacrimógenas y perdigones.
Agrega que tras la muerte de los estudiantes universitarios Jack Pintado, de 22 años, e Inti Sotelo, de 24 años, el general Cayas declaró que el empleo de perdigones era un “hecho aislado”.
Los organismos solicitaron, por ese motivo, que se inicie una investigación penal a los comprendidos en la denuncia, ya que también hay numerosas personas heridas y mujeres que fueron agredidas sexualmente tras ser detenidas.
En el caso de Merino, aunque haya renunciado a la presidencia, la investigación tendría que esperar a julio, ya que está protegido por la inmunidad parlamentaria.
La fiscal Ávalos informó que en la investigación preliminar, Merino, Flores-Aráoz y Rodríguez están acusados de los presuntos delitos de abuso de autoridad homicidio doloso, lesiones graves, leves y desaparición forzada en agravio de personas a determinar, delitos cometidos en el contexto de violaciones de los Derechos Humanos.
Sotelo fue impactado con cuatro disparos de perdigones, uno de ellos en el corazón, mientras que Pintado recibió diez perdigones de plomo en el cráneo, cara, cuello, brazo y tórax, según la necropsia.
Una investigación por violación a los derechos humanos en Perú abre la posibilidad de que un fiscal denuncie una “cadena de mando” en la represión que causó las muertes, que puede llegar hasta el propio presidente, sus ministros y los jefes policiales, además de a los ejecutores directos. Los graves delitos podrían desembocar en penas mayores a cinco años de cárcel.
CONDENA DE LA CIDH
La durísima represión lanzada por la policía fue condenada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que exigió “investigar inmediatamente los hechos y establecer responsabilidades”.
El organismo también advirtió “que no se cuenta con información precisa” sobre el total de heridos y que tampoco se conocía el número de detenidos en la jornada, por lo que se sumó al llamado de la Defensoría del Pueblo peruana para que se ofrezca esa lista.
Tras el saldo trágico de la represión, y ante la demanda generalizada del país, Manuel Merino dimitió este domingo a la Presidencia, mientras que el Congreso busca encontrar una salida constitucional a la crisis y hallar un sucesor al presidente.
(Con información de EFE)
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