Las medidas sanitarias y disposición de protocolos más relajados gracias a la estabilización de la curva de contagio en Chile, ha llevado a que las autoridades sanitarias anuncien que, por ejemplo, el próximo lunes se pondrá en marcha el proceso de apertura total de las fronteras del país. Algo que a juicio de los expertos, podría ser riesgoso por la situación que vive Europa y Estados Unidos. La consecuencia para Chile, podría significar una segunda ola de la pandemia “incluso más complicada que la primera”.
Según el Reporte Semanal de países con más contagios dados a conocer en la base de datos de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, Chile es el octavo país con mayor cantidad de casos de contagios registrados en el mundo, por millón de habitantes, desde que inició la pandemia, alcanzando 368.825. El panorama del país andino empeora al considerar la tasa de casos confirmados, también por millón de habitantes. En éste, Chile ocupa el primer lugar en todo el orbe, con 19.277 contagios bajo este indicador. Según la misma estadística, Chile es el noveno con más muertes en el planeta, alcanzando 9.958 casos en este criterio.
El estudio, da muestra del complejo escenario que el país andino debió enfrentar especialmente en los meses de junio y julio del presente año, ya que las cifras, en las últimas semanas, han mejorado, de hecho, en el informe entregado la mañana de este lunes, sólo algunas comunas especialmente integrantes de la Región Metropolitana en Santiago, la capital, mostraron incremento en sus casos positivos. Los días previos en general han sido de buenas noticias, y por lo mismo, también surgen los temores a la luz de lo que ocurre en Europa con su segunda ola de contagios.
La subsecretaria de salud, Paula Daza, intervino durante el informe para avisar que el próximo lunes se anunciará un paquete de medidas que apuntarán a la reapertura definitiva de las fronteras. “Lo haremos preparando protocolos que cumplan con los criterios epidemiológicos, para que las personas puedan volver al país y volver a tener apertura de fronteras con las medidas que privilegien la salud y siempre bajo los criterios epidemiológicos”, enfatizó.
El llamado principal es al autocuidado, y en este sentido, el ministro de Salud de Chile Enrique Paris, ha sido enfático en recomendar que, si bien las medidas se están aliviando en términos de restricción por los resultados optimistas, no se puede aflojar el autocuidado y el cumplimiento de los protocolos que podrían mantener a la población al margen de una amenaza latente. “Nuestro país también puede llegar a sufrir una segunda ola de coronavirus, un retroceso importante y retroceder hacia mayores restricciones y tener más pacientes contagiados”, expresó el titular de Salud.
“Les pedimos un esfuerzo. No queremos tener una segunda ola tan importante como en Europa. Haremos todo lo posible para evitar contagios y pacientes que fallezcan”, dice. Sin embrago los menos optimistas advierten sobre la posibilidad que esta segunda ola ocurra, y antes de la llegada del verano inclusive.
Para la dra. Loreto Núñez, epidemióloga del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Talca, “la propagación del virus va a estar determinada por la movilidad internacional”. De acuerdo a su diagnóstico, la llegada del verano puede ser un factor que estimule los viajes de las personas entre un hemisferio y otro, es decir, que entre y salga gente cuando el virus está circulando por una determinada comunidad.
El hecho es que ciertos viajes ya están en marcha, y poco a poco los chilenos y chilenas comienzan a escapar de los largos meses de encierro por confinamiento en los días más duros de la pandemia. Incluso en los días previos al inicio del verano oficialmente, las ventas de pasajes aéreos para visitar el Caribe y Miami, especialmente, han observado una reactivación, propiciado por las ofertas que las agencias ofrecen, incluso a través de cyberdays y salesweek, que logran resultados más optimistas para el rubro. Para la doctora Núñez, es aquí precisamente donde está el riesgo.
Para Rodrigo Cruz, médico infectólogo y magíster en epidemiología de la Universidad de Valparaíso, lo que sucede en Europa es una pista fundamental que se debe considerar para el comportamiento de las personas y el virus en Chile, “está demostrado que entre más se prolonguen las medidas o exista una cuarentena dura como la que tuvimos acá, la gente más ansiosa está por salir. Allá pasó, todos fueron a las playas, sin medidas, sin respetar el distanciamiento y el uso de mascarillas, por lo que probablemente nos pueda ocurrir también, porque mientras se tienden a extender las restricciones, la gente ya no adhiere a ellas, por una serie de consecuencias que experimenta”.
Algo así como un efecto rebote, que se debe principalmente al deseo de volver a salir y ojalá viajar, después de mucho tiempo de encierro. A juicio del especialista, el comportamiento de la sociedad es muy similar al que existió en países de Europa en periodos de verano. Esto podría ocasionar que la segunda ola en Chile sea incluso peor que la primera. "Ahora hay control en algunas zonas de Chile, especialmente en la central y parte de la Región de Coquimbo y la Metropolitana, no así en el sur. Estamos en una especie de endemia y quizás por muchos meses nos mantengamos así o bajando, pero el fenómeno europeo nos ha enseñado que en los países que tienen climas similares a los nuestros.
Este lunes, las autoridades sanitarias informaron que actualmente en la red de asistencia hospitalaria se registran 77 pacientes en salas críticas, la cifra más baja desde que se informó el primer contagio, que alcanzó en junio pasado los 437 pacientes críticos. Estado complejo que se plantean no se vuelva a repetir y para eso la experiencia es fundamental para que no ocurra. “Estamos mejor preparados, tenemos una capacidad de seguimiento para adelantarnos y detectar precozmente. La búsqueda activa de casos la hemos fortalecido y pudiendo controlar también el comportamiento a partir de la movilidad de las personas”, advierte Daza.
El ministro, por su parte, es cauto. “Yo advertí lo que está pasando en otros países del mundo, sobre todo en Europa, donde hay una segunda ola que es gigantesca, tan gigantesca, que muchos países han vuelto a la cuarentena y al toque de queda. Nosotros hemos dicho que estamos en una etapa de endemia, es decir, donde el virus permanece activo y contagiando y es por eso que siempre damos alertas a las regiones que se están volviendo más activas”, detalló y agregó: “El virus va a continuar circulando en Chile hasta que no tengamos vacuna”.
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