El empresario Manuel Merino de Lama se convirtió este martes en el nuevo presidente de Perú con el difícil encargo de asegurar la transición democrática en pleno bicentenario de la independencia nacional.
En su primer discurso como mandatario, confirmó que habrá elecciones presidenciales el 11 de abril de 2021. “Nuestro compromiso es llevar adelante una transición democrática”, resaltó.
“Aceptando el mandato de la Constitución, asumo hoy con honor y alta responsabilidad el cargo de presidente de la República. Es un momento muy difícil para el país. La crisis es innegable. Esta crisis hace que nos enfrentemos a dilemas permanentes”, empezó su alocución en el pleno del Congreso.
Luego, afirmó que “aquí no hay nada que celebrar” y repitió que “es un momento muy difícil”. “Expreso mi respeto a las fuerzas armadas, a las elecciones generales y a la transición democrática”, continuó.
“Nuestro primer compromiso es respetar el proceso electoral en marcha. Nadie puede cambiar las fechas de las elecciones convocadas el 11 de abril de 2021”, subrayó.
Respecto al coronavirus, el mandatario sostuvo: “Vamos a mantener a los equipos médicos y técnicos que tienen la responsabilidad de enfrentar la pandemia desde la primera línea de batalla. Tenemos que garantizar las medidas para que una posible segunda ola no nos encuentre vulnerables”.
Y recalcó: “Tenemos que dejar de ser el país con peor manejo del covid-19”.
Luego destacó que Perú “necesita continuar con la reactivación de la economía” y que es importante “mejorar la comunicación entre el gobierno central y los gobiernos regionales”.
“Tenemos que llamar a la calma a todos los ciudadanos. No podemos dividir al país. Hay una mala intención de dividir al país y eso no lo vamos a permitir. La única forma de salir juntos de esta crisis es haciendo una amplia convocatoria”, subrayó.
Luego le agradeció al Congreso por “el apoyo voluntario, un apoyo sin arreglos debajo de la mesa” y prometió que su gobierno estará “dispuesto a ampliar el diálogo”.
Merino, quien integra la bancada del partido centro derechista Acción Popular (AP), sucede a Martín Vizcarra, después de que este fuera destituido el lunes por el pleno del Congreso bajo la acusación de “incapacidad moral”.
Replica, de esa manera, una historia que también protagonizó otro militante de AP, el ya fallecido legislador Valentín Paniagua, quien presidía el Congreso y asumió un Gobierno de transición en el año 2000 tras la destitución de Alberto Fujimori (1990-2000).
Ahora, Merino también conducirá el destino de Perú durante ocho meses, en los que deberá asegurar que se celebren los comicios generales ya convocados y el cambio de mando presidencial del 28 de julio de 2021, el mismo día en que su país celebrará 200 años de independencia.
Merino es un empresario con estudios inconclusos de Agronomía, que nació hace 59 años en la región norteña de Tumbes, fronteriza con Ecuador.
En paralelo a tareas privadas vinculadas con el sector agrícola en su región, desde 1979 se vinculó con el partido centrista Acción Popular (AP) y en el 2000 presidió el Frente de Unidad Nacional, integrado por varios partidos y movimientos políticos.
Un año después fue elegido congresista de AP por primera vez, en representación de Tumbes, una función que cumplió hasta 2006, en un período legislativo en el que su actividad más destacada fue la presidencia de la Comisión de Defensa del Consumidor.
En 2011 volvió a ser elegido parlamentario por AP, como parte de la Alianza Electoral Perú Posible, lo que le permitió ser vicepresidente del Congreso en el período 2011-2012, presidir la Comisión de Vivienda entre 2012 y 2013 y ocupar la vicepresidencia del Parlamento Amazónico en el periodo 2011-2013.
Tras ser electo nuevamente en los comicios legislativos extraordinarios de enero pasado, convocados después de que Vizcarra disolviera el anterior parlamento, Merino fue nombrado presidente del Congreso el pasado 16 de marzo, el mismo día que se decretó la emergencia nacional por la pandemia de la covid-19.
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